La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Cultura y la Ciencia (UNESCO) es un organismo especializado de las Naciones Unidas. Se fundó con la misión de contribuir a la paz y a la seguridad estrechando la colaboración internacional a través de la educación, la ciencia y la cultura. Cuenta con 195 Estados miembros y nueve miembros asociados. La Conferencia General y el Consejo Ejecutivo son los órganos rectores de la UNESCO, y la Secretaría, bajo la dirección de la actual directora general Irina Bokova, es la encargada de poner en marcha las decisiones de ambos.
La UNESCO es uno de los seis copatrocinadores fundadores de ONUSIDA. Bajo la división del trabajo de ONUSIDA, la UNESCO es la responsable de enfocar los esfuerzos a apoyar a los países en la ampliación de la respuesta al VIH en el sector educativo. La UNESCO cuenta con más de 50 miembros de personal dedicados a trabajar en el ámbito del VIH y de la educación sanitaria. La mayoría de estos son oficiales nacionales de programa con sede en países a los que ONUSIDA ha dado prioridad en lo que concierne a los programas con una repercusión importante. El organismo aprovecha su espectro único de competencias a través de los diversos ámbitos de la educación, las ciencias, la cultura, la comunicación y la información para presionar a favor de una respuesta verdaderamente multisectorial e integral al VIH.
La educación está considerada como la piedra angular de una respuesta eficaz al VIH. Asimismo, contribuye a fomentar el crecimiento económico, a reducir la pobreza y a mejorar la salud general. La UNESCO cree que la educación puede transformar vidas, y que tiene la capacidad de crear ciudadanos con una mentalidad internacional capaces de prosperar en su entorno, tomar decisiones saludables y construir un mundo más justo, incluyente, sostenible y seguro. La función del sector incluye el proporcionar conocimientos, habilidades, actitudes y valores a los estudiantes y al personal que pueden, a largo plazo, contribuir a comportamientos más seguros y que les permitan mantenerse sanos y no contraer el VIH.
La labor de la UNESCO en la respuesta al sida se rige por múltiples estrategias y marcos de resultados. El VIH y la educación sanitaria se han definido como un resultado esperado de la estrategia a plazo medio adoptada por la UNESCO para el periodo 2014-2021. La organización también se guía por el marco de presupuesto unificado, resultados y responsabilidad 2012-2015 de ONUSIDA, la Estrategia de ONUSIDA para el periodo 2011-2015 y la Declaración Política de las Naciones Unidas sobre el VIH y el sida de 2011. La UNESCO también cuenta con su propia estrategia para el VIH, la cual centra su atención en tres áreas principales:
Preparación de los países para conseguir respuestas exitosas y sostenibles al VIH en el sector educativo; fortalecimiento de la educación sexual y del VIH integral; y promoción de la igualdad de género y la protección de los derechos humanos.
Las políticas y programas sobre el VIH y la salud de la UNESCO son parte de los esfuerzos llevados a cabo a escala mundial para lograr los objetivos de Educación para Todos, cuya meta es satisfacer las necesidades de aprendizaje de todos los niños, jóvenes y adultos para el año 2015. La organización desempeña un papel fundamental en EDUCAIDS, la Iniciativa Mundial sobre Educación, VIH y sida, que promueve un enfoque holístico y sectorial a la epidemia. También convoca al Equipo de Trabajo Interinstitucional sobre la Educación de ONUSIDA, que anima a una respuesta reforzada y coordinada a la epidemia, y forma parte de la iniciativa de las Naciones Unidas para garantizar el acceso a la prevención, tratamiento, atención y servicios de apoyo del VIH para todos. El Equipo de Trabajo Interinstitucional incluye a ONUSIDA y a sus copatrocinadores, organismos multilaterales y bilaterales, donantes privados, la sociedad civil y académicos. La labor de la UNESCO también contribuye con FRESH (centrar recursos en una educación sanitaria escolar eficaz), una asociación de organismos de las Naciones Unidas, gobiernos nacionales y la sociedad civil que trabajan para hacer de las escuelas lugares saludables y para proporcionar a los alumnos y al personal las herramientas necesarias para llevar una vida más saludable.
El organismo promueve buenas políticas y prácticas en el sector de la educación, ayuda a los asociados a crear entornos de aprendizaje seguros y fomenta la enseñanza de habilidades básicas para la vida con métodos modernos e interactivos. La UNESCO apoya las respuestas al VIH que sean incluyentes, especialmente de las personas que viven con el virus, de los grupos de población clave y de los jóvenes en el ámbito escolar. Cree que las respuestas eficaces a la epidemia también deben tener en cuenta cuestiones de género, de edad, ser culturalmente adecuadas, basadas en pruebas y en los derechos humanos.
En diciembre de 2014, la UNESCO y sus colaboradores conmemoraron el primer año de la implantación del innovador Compromiso Ministerial de África Oriental y Meridional, en el que 20 ministros de sanidad y educación se comprometieron a financiar educación sobre sexualidad y servicios sanitarios sexuales y reproductivos para jóvenes.
Los países se han esforzado para conseguir los ambiciosos objetivos que se fijaron en el Compromiso, entre los que se incluyen:
- Desarrollar una respuesta coordinada para la implantación con la cooperación de los colaboradores nacionales a través de distintos sectores.
- Movilizar recursos humanos y financieros para una mejor implantación y calidad.
- Evaluar, revisar y desarrollar políticas, estrategias y marcos legales a nivel nacional que estén dirigidos a las necesidades de los jóvenes.
Otras iniciativas recientes han incluido la proporción de orientación técnica sobre educación sexual, con especial hincapié en la formación del profesorado, así como respuestas de apoyo a la violencia de género en la escuela. Lo cual también cubre el acoso homófobo y el desarrollo de un informe global acerca del estado de la violencia homófoba y transfóbica en la educación.
Asimismo, en 2014 la UNESCO ha comenzado a buscar soluciones para los embarazos no deseados en el sector educativo con la contribución de otros colaboradores importantes; ha organizado una consulta mundial y ha empezado a desarrollar una guía global sobre la materia.
La UNESCO continúa reforzando los sistemas de supervisión de los programas nacionales sobre salud escolar, y apoyando a los ministros de educación para que cuantifiquen las respuestas al VIH en el sector educativo.