Reportaje

Integrar las pruebas del VIH en Camboya

15 de noviembre de 2016

Son las nueve y la noche comienza a caer en una popular zona de Phnom Penh (Camboya). Un edificio de varias plantas ofrece diversos entretenimientos: en la planta baja, los comensales disfrutan de su cena, los bares del siguiente piso vibran con canciones populares, y el último de todos es un hotel.

Sin embargo, en una esquina situada junto a varias salas de karaoke, está teniendo lugar una conversación seria. Algo que parece estar fuera de lugar en medio de las risas agudas, de las luces estroboscópicas y de los hombres y mujeres elegantemente vestidos. Cinco trabajadores del espectáculo están sentados en un sofá, comentando por qué no se han sometido a la prueba del VIH.

"No sé a dónde ir", dice una mujer.

Uno de sus compañeros asiente. "Yo no me atrevo a ir. Me da miedo", añade.

Su entrevistadora es Rath Chan Molika, de 22 años. Hace poco dejó su empleo en el mundo del espectáculo y actualmente trabaja como asesora y agente divulgadora del programa SMARTgirl. Explicó por qué las mujeres que trabajan en la sala de karaoke temen acudir a las clínicas de salud públicas. "En primer lugar, tienen miedo de ir solas", afirma. "En segundo lugar, les asustan las agujas y la sangre".

Se estima que en el año 2015 Camboya contaba con 34 000 trabajadoras del espectáculo que se reunían con clientes en hoteles, salas de karaoke, cervecerías al aire libre, casinos y salones de masaje. Mantener relaciones sexuales sin protección con clientes aumenta las probabilidades de que las mujeres contraigan la infección por el VIH.

"Algunas salen con clientes sin utilizar preservativos de manera correcta y sistemática. A veces, también consumen drogas y comparten agujas y jeringas, lo que aumenta las probabilidades de contraer el VIH", explica Rath Chan Molika.

Como parte de su trabajo en el programa SMARTgirl, se dedica a informar a las trabajadoras del espectáculo sobre cómo protegerse frente al VIH, a otras infecciones de transmisión sexual y a los embarazos no deseados. Hace ya años que existen servicios de asesoramiento entre compañeros en centros de espectáculos, pero Rath Chan Molika está participando en un programa muy innovador sobre las pruebas del VIH.

Cuando termina la sesión de asesoramiento en grupo, sale y recibe a Mao Soma en una estancia distinta. Las dos mujeres charlan tranquilamente durante unos instantes. Molika ha recibido formación para proporcionar asesoramiento previo y posterior a la prueba del VIH y para llevar a cabo una prueba rápida mediante un pinchazo en el dedo. Mao Soma hace una mueca de dolor cuando la aguja la pincha, pero el proceso termina pronto. Soma agradece que en 15 minutos pueda tener los resultados. "La prueba es rápida y se pueden obtener los resultados en el momento", explica.

 

La epidemia de sida en Camboya se concentra en los grupos de población clave

Al igual que en muchos otros países de la región, en Camboya la epidemia de sida se concentra en grupos de población clave que corren un mayor riesgo de contraer el VIH. Estos grupos incluyen a los trabajadores del espectáculo, a los gays y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, a las personas transgénero y a las que se inyectan drogas.

"El gobierno de Camboya considera que la colaboración con la sociedad civil y con la población local a nivel comunitario son importantes", afirma Ieng Mouly, presidente de la Autoridad Nacional de Coordinación de Sida.

La innovación tecnológica en las pruebas del VIH

El gobierno, los asociados de la sociedad civil y las organizaciones internacionales están promoviendo las pruebas rápidas con un pinchazo en el dedo para que los grupos de población clave reemplacen las pruebas tradicionales que requieren análisis en el laboratorio.

"Siempre es mejor acercar el servicio a la población. De esta manera, ya no se depende del sofisticado material de laboratorio", explica Ly Penh Sun, director del Centro Nacional para el VIH/Sida, Dermatología y ETS.   

"Las personas que dirigen las pruebas están familiarizadas con quienes se someten a ellas, lo que permite una mayor interacción. Pueden apoyarse mutuamente", afirma Sok Choub Chamreun, de la organización no gubernamental Khana, que proporciona servicios de prevención del VIH, atención y apoyo a nivel comunitario.

La necesidad de enfoques comunitarios 

Este programa comunitario de pruebas del VIH es uno de los primeros de este tipo en Asia y la región del Pacífico, donde la cobertura de las pruebas del VIH es baja entre los grupos de población clave. Aunque muchos países han incrementado las pruebas del VIH en centros de salud, los representantes de la sociedad civil han pedido más enfoques comunitarios que se centren en los grupos de población clave, que a menudo no asisten a dichos centros.

Los resultados del modelo de Camboya son alentadores. Los ejecutores de las pruebas del VIH informaron de que el año pasado más de 36 000 personas pertenecientes a grupos de población clave se sometieron a las mismas, un 80% más que en 2014. Cuando una persona obtiene un resultado positivo en una primera prueba rápida de detección del VIH, los agentes de extensión la acompañan a un centro médico para realizar pruebas confirmatorias. Una vez que un profesional médico confirma el resultado, la persona tiene acceso al tratamiento del VIH.

Con la intención de localizar a más personas que viven con el VIH, los asociados a la implementación de este programa están rediseñándolo para conseguir alcanzar a aquellos que, dentro de cada grupo de población clave, tienen más probabilidades de infectarse con el VIH.

"El plan consiste en modificar las pautas para alcanzar a los grupos de población clave e intensificar la actividad específica de difusión, así como la gestión activa de casos, para registrar y mantener a las personas que resultaron VIH-positivas. De esta forma nos aseguramos de que reciben tratamiento", explica Sun. 

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