Reportaje

ONUSIDA subraya la relación que existe entre la salud materna e infantil y el sida antes de la Cumbre del G8

01 de junio de 2010

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la directora ejecutiva adjunta de Dirección y relaciones exteriores de ONUSIDA, Jan Beagle, pronunció el discurso de apertura de un evento celebrado para los parlamentarios canadienses. 25 de mayo de 2010.

Del 25 al 26 de junio de 2010, Canadá acogerá en Huntsville, Musoka, la cumbre anual que reúne a todos los jefes de gobierno de los países miembros del Grupo de los Ocho (G8). En la Cumbre de Musoka, se pretende debatir acerca de los ambiciosos compromisos pactados a lo largo de todas las cumbres del G8 celebradas desde 1997 relacionados con la salud, el desarrollo, el medio ambiente, la seguridad y la buena gestión gubernamental.

El G8, que está formado por los gobiernos de Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y Rusia, se reunió el año pasado en Italia, donde todos los miembros reafirmaron sus compromisos para con la salud mundial, entre los que se encontraban los siguientes: destinar un presupuesto total de 60.000 millones de dólares estadounidenses a cuestiones de salud en un periodo máximo de 5 años, proporcionar 100 millones de mosquiteros contra la malaria para el 2010, y lograr el acceso universal al tratamiento del VIH a lo largo de este año. Asimismo, se tomó una Decisión conjunta sobre salud materna que implicaba, entre otros, brindar apoyo a aquellos países que decidiesen proporcionar servicios gratuitos a mujeres y niños. Con todo, cuando se publicó el primer marco de responsabilidad del G8, fue posible comprobar en los informes de progreso individuales de cada país que no se habían cumplido algunos de los principales compromisos establecidos por el G8.

Reducir el número de casos de fallecimiento entre los niños con edades comprendidas entre los cero y los cinco años constituye el cuarto Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM 4), mientras que conseguir lo mismo en las madres durante el embarazo o el parto representa el quinto objetivo (ODM 5). Por lo general, suele hacerse referencia a estos dos Objetivos como los ODM relacionados con la salud, además de la búsqueda de una respuesta al sida, a la malaria y a otras enfermedades. Estos tres objetivos están estrechamente vinculados entre sí, y los últimos informes elaborados demuestran que el VIH ha constituido un obstáculo para conseguir avances en la mejora de la salud materna y la reducción de la mortalidad infantil.

Según los datos arrojados por un reciente informe creado para evaluar el progreso alcanzado hacia el ODM 4, los casos de mortalidad en menores de 5 años han disminuido desde 11,9 millones de muertes en 1990 a 7,7 millones en 2010 en todo el mundo. Un estudio similar, esta vez centrado en el ODM 5, establece que, en 2008, se dieron 342.900 casos de mortalidad materna en todo el mundo, a diferencia de los 526.300 registrados en 1980. En dicho estudio se afirma, asimismo, que el número de fallecimientos se habría reducido hasta los 281.500 de no haber sido por la infección del VIH.

Salud materna e infantil, y el sida

Antes de la Cumbre, y a fin de hacer hincapié en la importante relación que existe entre la atención especial prestada por el G8 a la salud materna e infantil en 2010 y sus anteriores compromisos para con la respuesta al sida, la directora ejecutiva adjunta de Dirección y relaciones exteriores de ONUSIDA, Jan Beagle, pronunció el discurso de apertura de un evento celebrado para los parlamentarios canadienses. La reunión, cuya anfitriona fue la Federación canadiense de los sindicatos de enfermeras y enfermeros (CFNU, por sus siglas en inglés), tuvo lugar el Ottawa el pasado 25 de mayo, y a ella acudieron diferentes parlamentarios, funcionarios de la salud, representantes de la sociedad civil y varios embajadores africanos. La CFNU representa a 158.000 enfermeros y enfermeras, así como estudiantes de la profesión, y normalmente acoge eventos organizados para los miembros de los parlamentos en los que se tratan temas de interés público o relacionados con la salud.

En su discurso, la Sra. Beagle puso de manifiesto el ánimo del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) por la atención principal que ha prestado la Presidencia canadiense del G8 a la salud materna e infantil.

“Dado que el VIH constituye la principal causa de muerte en las mujeres que se encuentran en edad fértil, podemos y debemos potenciar la respuesta mundial al sida de manera más efectiva, a fin de cubrir las necesidades sanitarias de todas la mujeres”, afirmó la Sra. Beagle.

Asimismo, apuntó que la iniciativa emprendida en Muskoka se ajusta a lo establecido en el Plan de acción conjunta mundial del secretario general de las Naciones Unidas sobre la salud de las mujeres y los niños, que fue presentado en abril de 2010.

La Sra. Beagle hizo un llamamiento para la aplicación de un enfoque integrado en lo referente a la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y apuntó que los ODM 4 y 5 no se pueden conseguir sin el establecimiento de un compromiso verdaderamente fuerte, así como la puesta en práctica de acciones reales, en materia de acceso universal a la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH.

Los programas de PTMI constituyen una excelente plataforma para una buena prestación de servicios. La reciente ampliación de los programas de prevención de transmisión maternoinfantil del VIH permite que las mujeres también puedan disfrutar de dichos servicios en las mismas instalaciones donde tienen acceso a los servicios de PTMI. La existencia de servicios integrados puede contribuir a optimizar la capacidad del sistema sanitario, pues se potencia el empleo de recursos humanos para alcanzar la consecución de muchos más objetivos en materia de salud.

"Que uno de los temas principales sea la salud materna e infantil representa una oportunidad única para que Canadá demuestre al G8 la estrecha relación que existe entre este objetivo y los compromisos del G8 con la respuesta al sida", afirmó la Sra. Beagle. "Además, también constituye una oportunidad irrepetible para destacar ante el G8 la importancia de asumir responsabilidades y de hacer un seguimiento de los avances conseguidos en los compromisos fijados con anterioridad".