Stigma and discrimination

Press Release

ONUSIDA y la LGBT Foundation emprenden un rompedor estudio sobre la felicidad, el sexo y la calidad de vida de las personas LGBTI

El objetivo del nuevo estudio mundial es remediar la falta de datos sobre el bienestar mental de las personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI) para mejorar sus condiciones de vida y su salud

GINEBRA, 14 de mayo de 2019—ONUSIDA y la LGBT Foundation han lanzado un estudio en línea para evaluar la felicidad, el sexo y la calidad de vida de las personas LGBTI. Dicho estudio, el primero de este tipo, forma parte de una campaña para recabar más información sobre los desafíos a los que se enfrenta la comunidad LGBTI. Los datos que se obtengan servirán para señalar las dificultades y concienciar sobre la necesidad de mejorar las condiciones de vida y los tratamientos de las personas LGBTI, lo que incluye garantizar el acceso a servicios sociales y sanitarios que sean inclusivos.

“Muchas personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI) sufren día tras día el estigma y la discriminación en centros educativos, laborales, sanitarios y sociales. Queremos comprender cómo afecta esto a su bienestar, incluido su bienestar mental, y también cómo responden y hacen frente ante ello”, exponía Gunilla Carlsson, directora ejecutiva adjunta provisional de ONUSIDA. “Examinar en profundidad cómo afectan en la vida de las personas LGBTI los aspectos relacionados con la economía, socioecología, homofobia y otras variables nos permitirá llevar a cabo una concienzación más enérgica que facilite un cambio significativo para mejorar sus vidas”.

La comunidad LGBTI se ve obligada a luchar contra el estigma y la discriminación y, a menudo, se enfrenta a la privación de oportunidades económicas y de acceso a la atención sanitaria y a la asistencia social. Su riesgo de contraer el VIH también es mucho mayor. Las estimaciones revelan que el riesgo de infección por el VIH es 27 veces más alto entre los hombres gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y 13 veces más alto entre las personas transgénero y, sin embargo, los estudios indican que muchos hombres gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y personas transgénero evitan acudir a los servicios sanitarios por miedo al estigma y la discriminación.

Aunque otros estudios han evaluado el bienestar de las personas LGBTI midiendo los niveles de violencia, situación jurídica y salud (en muchos casos, el riesgo de infección por el VIH y el estado serológico), pocos han tenido en cuenta el bienestar mental de la comunidad LGBTI, y esto pese a que es una faceta fundamental a la hora de garantizar su salud en términos globales y su acceso a las oportunidades económicas.

Los datos existentes tampoco recogen información sobre la comunidad LGBTI de África, Asia y América Latina, algo que el presente estudio espera solventar. La encuesta, disponible en más de 17 idiomas, se ha distribuido por las redes sociales a más de 25 millones de personas de todo el mundo, y estará activa hasta finales de julio de 2019.

“Queremos que haya progresos en la salud y el bienestar de las personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI). Los queremos ya, y esta encuesta puede contribuir a alcanzarlos. Es una iniciativa magnífica para que las personas LGBTI puedan expresarse confidencialmente y reunir información que sirva para empoderarlos y concienciar a la sociedad y al objetivo final de eliminar el estigma y la discriminación que padecen. Va a resultar extremadamente útil para la comunidad”, afirmaba Sean Howell, director ejecutivo de la LGBT Foundation.

El estudio ha sido desarrollado en colaboración con la Universidad de Aix-Marsella y la Universidad de Minesotta, y fue diseñado con la ayuda de representantes de la comunidad LGBTI, entre los que se incluían personas que viven con el VIH. Para garantizar los estándares más altos de privacidad y de protección de los datos personales, la encuesta cumple el Reglamento General de Protección de Datos.

El anonimato queda preservado gracias al acceso mediante un enlace web seguro que establece un vínculo cifrado entre el servidor web y el navegador, y el protocolo de investigación del estudio ha sido aprobado por la Junta de Ética de la Investigación de la Universidad de Aix-Marsella y por el Comité de Revisión de Ética de Investigación de la Organización Mundial de la Salud.

La encuesta, que se tarda unos 12 minutos en completar, estará disponible hasta el 31 de julio de 2019.

Para participar en este rompedor estudio, haga clic en el siguiente enlace: https://www.research.net/r/LGBTHappinessResearch?lang=es.

Contacto

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Sophie Barton-Knott
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Feature Story

Las mujeres toman la iniciativa para reducir el impacto del VIH y la violencia de género en Oriente Medio y África del Norte

23 Abril 2019

Según los datos de la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente una de cada tres mujeres en todo el mundo ha sido víctima de la violencia. En algunas regiones, las que han sufrido violencia ejercida por parejas sentimentales son 1,5 veces más propensas a contraer el VIH que aquellas que no la han sufrido. En las poblaciones marginadas, como las trabajadoras sexuales o las mujeres transgénero, se relaciona la elevada prevalencia de la violencia con las altas tasas de infección por el virus.

En la región de Oriente Medio y África del Norte (MENA, por sus siglas en inglés), ONUSIDA calcula que alrededor de 220 000 personas viven con el VIH. Además, se incrementaron las nuevas infecciones en un 12 % entre 2010 y 2017, así como lo hicieron las muertes relacionadas con el sida en un 11 % durante el mismo período. El estigma y la discriminación que se asocian al VIH están dificultando el progreso de varios países en la lucha contra la epidemia, además de los altos niveles de violencia de género, que se encuentra estrechamente relacionada con normas y estereotipos de género muy perjudiciales.

En 2018, se puso en marcha el proyecto LEARN MENA con el fin de ofrecer a las mujeres una plataforma en la que compartir experiencias y analizar la relación entre la violencia de género y el VIH en la región. Este se encuadra en el proyecto de investigación Action Linking Initiatives in Violence against Women and VIH Everywhere (ALIV(H)E), que recopila pruebas sobre las medidas que funcionan en la prevención de la violencia y conciencia a las mujeres para que comprendan y se enfrenten a esta relación entre la violencia y el virus.

Gracias a los diálogos comunitarios que dirige MENA-Rosa, una red regional de mujeres seropositivas o que se encuentran afectadas por el VIH, se ha logrado que las mujeres comprendan mejor las causas fundamentales de la relación entre la violencia de género y el VIH. Estos diálogos han puesto de relieve el hecho de que la desigualdad de género es la principal causa de la violencia y del mayor riesgo de infección por el VIH. Por ejemplo, muchas mujeres revelaron que no habían ido nunca a la escuela , así como otras comentaron que habían contraído matrimonio a una edad temprana o que este había sido forzoso. Desgraciadamente, muchas mujeres se infectan por el VIH como consecuencia de la violencia sexual, incluso dentro de su propio matrimonio.

«La violencia está en todas partes. Con el tiempo, a medida que vas creciendo, llega a verse como algo normal», afirmó una participante argelina. 

Las participantes expusieron múltiples formas de violencia en diferentes entornos, entre ellos los centros de atención sanitaria, en los que se les impidió el acceso a servicios como los de prevención y de tratamiento del VIH.

Hasta la fecha, se ha puesto en marcha el proyecto en siete países: Argelia, Egipto, Jordania, Líbano, Marruecos, Sudán y Túnez.

Los resultados del proyecto están siendo de gran ayuda para que las mujeres afectadas y que viven con el VIH aboguen por una respuesta más eficaz a la epidemia en la región y por medidas que reduzcan los efectos de la violencia. Los diálogos han dado voz a las mujeres que se encuentran marginadas y han alentado a los responsables de la toma de decisiones y a los asociados a elaborar respuestas comunitarias más sólidas a nivel nacional. ONUSIDA apoya a los países para que apliquen las recomendaciones y los planes de acción que se han elaborado a partir del proyecto.

«Las dirigentes de MENA-Rosa se han concienciado de la necesidad de denunciar la violencia contra nosotras en vez de esconderla a lo largo de este doloroso proceso», afirmó Rita Wahab, Coordinadora Regional de MENA-Rosa. «Este empoderamiento permitirá que todas las mujeres conozcan y sean conscientes de sus derechos. Nuestras mediadoras seguirán en este camino para exponer la relación entre la violencia contra las mujeres y el VIH. La igualdad de género empieza en casa, crece en sociedad y florece en el entorno legal propicio».

LEARN MENA se ha puesto en marcha gracias a ONUSIDA, Frontline AIDS y MENA-Rosa, con el apoyo financiero de USAID. Salamander Trust, creador principal del proyecto ALIV(H)E, ofrece el apoyo técnico adicional.

Press Statement

ONUSIDA y el Fondo de Población de las Naciones Unidas instan a que el Gobierno de Brunéi Darussalam rechace las nuevas y discriminatorias disposiciones penales

 

GINEBRA, 4 de abril 2019— ONUSIDA y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (conocido por sus siglas en inglés como UNFPA) y la Agencia de las Naciones Unidas para la Salud Sexual y Reproductiva están seriamente preocupados por las nuevas disposiciones penales que entraron el vigor el pasado 3 de abril de 2019 en Brunéi Darussalam. Estas disposiciones, que imponen la pena de muerte por mantener relaciones homosexuales, por adulterio y por tener hijos fuera del matrimonio, incumple varias normativas internacionales sobre los derechos humanos, incluido el derecho a no ser sometido a tortura u otro tratamiento cruel, inhumano o degradante. Estas disposiciones tendrán un impacto negativo significativo en la salud y el bienestar. 

«Estas penas extremas e injustificadas propiciarán que las personas se oculten y queden fuera de los tratamientos contra el VIH y de los servicios de prevención», comentó Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA. «Insto encarecidamente a que Brunéi Darussalam suspenda o rechace las enmiendas al Código Penal (basado en la ley Sharía) y ofrezco el apoyo de ONUSIDA para asegurar que las leyes se basen en los derechos humanos, en pruebas y que protejan a los más vulnerables».

Las leyes que castigan la orientación sexual, las relaciones homosexuales y la atención de la salud reproductiva son discriminatorias. Además tienen un impacto desproporcional sobre las mujeres, ya que se crean barreras a la hora de acceder a los servicios y a la información sanitaria, lo que provoca un aumento en la vulnerabilidad frente al VIH y frente a otros problemas sanitarios. Al impedir el acceso a los derechos sobre salud sexual y reproductiva, incluidos los servicios para el VIH, se afecta de manera negativa a la salud pública.

«Todas las personas, sin distinción alguna, tienen el derecho a vivir una vida libre de violencia, persecución, discriminación o estigma de cualquier tipo. Los derechos humanos son universales. No se debe recurrir a las prácticas culturales, religiosas o morales y las conductas sociales para justificar la violación de los derechos humanos hacia cualquier colectivo sin importar su género u orientación sexual», afirmó Natalia Kanem, Directora Ejecutiva de la UNFPA.

La criminalización de la conducta homosexual ha provocado un aumento en el estigma social y ha dado paso a la discriminación, a la violencia y al hostigamiento. Las pruebas muestran que en las comunidades donde son criminalizadas, las personas son más vulnerables a sufrir violencia, son menos propensos a acceder a los servicios necesarios contra el VIH y a otros servicios de salud y tienen menor capacidad para protegerse frente a las infecciones por el VIH. Criminalizar a las personas también contrarresta los Objetivos de Desarrollo Sostenible acordados por la Asamblea General de las Naciones Unidas.    

ONUSIDA y UNFPA muestran su preocupación ante un número creciente de leyes y retórica conservadora y discriminatoria en varios países, y que potencialmente de lugar a un aumento de la violencia, del estigma y de la discriminación hacia otras personas basándose en cuestiones de género, identidad de género u orientación sexual. En los debates recientes de la región Asia-Pacífico junto a otras regiones, se ha puesto de manifiesto la necesidad de establecer leyes y políticas basadas en pruebas empíricas y en los derechos humanos.

El pasado mes de diciembre, Brunéi Darussalam solicitó un número mayor y de mejor calidad de datos sobre las poblaciones más afectadas y con mayor riesgo para asegurar una difusión mayor. La producción de dichos datos, que podrían ayudar a mejorar las disposiciones sanitaria de Brunéi Darussalam para las poblaciones más afectadas y de mayor riesgo, va a ser menoscabada por el Código Penal.

ONUSIDA y UNFPA apoyan el llamamiento por parte del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la carta abierta a cinco de los miembros del Comité para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas para suspender la revisión del Código Penal e insta a todos los gobiernos a proteger los derechos humanos de todas las personas. Esto incluye el rechazo a las disposiciones penales contra la conducta sexual entre adultos y las decisiones reproductivas, implementar leyes para proteger a todas las personas de la violencia y la discriminación y asegurar unos servicios sanitarios adecuados, incluidos servicios de salud sexual y reproductiva, que sean accesibles, asequibles y aceptables a la hora de atender a sus necesidades.

 

UNFPA

El Fondo de Población de las Naciones Unidas es la Agencia de las Naciones Unidas para la Salud Sexual y Reproductiva. Nuestra misión es conseguir un mundo en el que todos los embarazos sean deseados, que todos los partos sean seguros y que el potencial de todas las personas sea satisfecho. Más información en www.undp.org/spanish

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Feature Story

Pasar de las palabras a la acción para la igualdad de género

07 Marzo 2019

El segundo informe anual Global Health 50/50 (una iniciativa que tiene como fin promover la igualdad de género) fue publicado el 7 de marzo en Adís Abeba, Etiopía. El informe hace un análisis del progreso realizado en los últimos 12 meses por parte de organizaciones activas en el sector sanitario a la hora de implementar políticas que promuevan la igualdad de género, la no discriminación y la inclusión en el trabajo. 

El informe de este año, Equality works, analiza las políticas y prácticas relacionadas con la cuestión de género en casi 200 organizaciones. El muestreo incluye organizaciones provenientes de 10 sectores con oficinas centrales en 28 países y, que en su conjunto, emplean a un número estimado de 4.5 millones de personas.

El informe proporciona una guía completa sobre cómo las organizaciones activas en la sanidad toman medidas para promover la igualdad de género en cuatro áreas: el compromiso, unas políticas fundadas en hechos, resultados justos en cuanto al poder y a los salarios, y una programación con perspectiva de género.

El informe Global Health 50/50 señala que 14 organizaciones obtuvieron grandes resultados en estas cuatro áreas, incluido ONU Mujeres, el Programas de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Fondo de población de las Naciones Unidas. ONUSIDA ha sido incluido en una lista junto con 17 organizaciones más que han sido reconocidas por su gran trabajo promoviendo la igualdad de género

Sin embargo, el informe recalca que incluso entre las buenas organizaciones, aún sigue habiendo una necesidad urgente de poner en práctica las declaraciones políticas relacionadas con la igualdad, la no discriminación y la inclusión.

La Presidenta de Etiopía, Sahle-Work Zewde, fue la ponente de apertura en la presentación y abordó la cuestión sobre la necesidad de fomentar el liderazgo femenino con el objetivo de implementar políticas y programas que fomenten la igualdad de género.

Sahle-Work es la primera jefa de Estado mujer de Etiopía y actualmente la única jefa de Estado de África. El Primer Ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, ha garantizado la paridad de género en su gabinete de ministros.

Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA, intervino en la presentación del informe y comentó que era oportuno el hecho de que el evento se realizara en Etiopía y, a su vez, trató la importancia de alcanzar la paridad de género como una cuestión de justicia social.

«Las mujeres siguen siendo excluidas y son más propensas a enfrentarse al acoso, a la discriminación y a una evolución profesional más lenta», afirmó Sidibé, «Es un escándalo que las mujeres promedio de hoy en día ganen un 20% menos que los hombres sin ningún motivo más allá de su género. Esta situación tiene que cambiar». 

Sidibé señaló que ONUSIDA ha hecho progresos en la cuestión de la paridad de género, pero también reconoce que aún hay mucho que hacer. Declaró que ONUSIDA ha aumentado el número de mujeres directoras nacionales de un 26% en 2013 a un 48% hoy en día. Además, indicó que la introducción de una política de permisos de maternidad en familias monoparentales y la expansión de Programa de Liderazgo de ONUSIDA a todas las mujeres que forman parte de la organización, constituyen un ejemplo de su compromiso con la igualdad de género.

Feature Story

Los jóvenes cambian la historia del VIH en Sudáfrica

26 Febrero 2019

Colour my HIV es una campaña que nace de jóvenes sudafricanos con el objetivo de prevenir el VIH y fortalecer a otros jóvenes que viven con el virus. Se puso en marcha en el Día Mundial del Sida de 2018 en Johannesburgo, Sudáfrica.

El objetivo de la campaña es la creación de una plataforma informativa para desmentir los mitos y conceptos erróneos sobre el VIH y, de esta manera, alcanzar los siguientes propósitos: reducir el estigma y la discriminación social entorno al VIH; desarrollar un mayor conocimiento sobre el VIH por medio de nuevos descubrimientos de expertos y científicos; promover los derechos humanos; defender el compromiso político y la rendición de cuentas de los legisladores y otros asociados; y prevenir el contagio del virus entre jóvenes. 

ONUSIDA se reunió con Sibulele Sibaca, fundadora de la campaña, para formularle algunas preguntas. 

 

Pregunta: Describe Colour my HIV en cinco palabras

Dinámico. Joven. Transformador. Compromiso futuro.

Somos optimistas en todo lo que hacemos y, por eso, esperamos acabar con el Sida para 2030. A través de esta campaña, confiamos en que los propios jóvenes cambien el curso del VIH.

 

Pregunta: ¿Cuál es su objetivo con Colour my HIV?

En primer lugar, quiero conseguir que ser seropositivo en Sudáfrica sea como tener cualquier otra enfermedad crónica (diabetes, hipertensión), es decir, que se pueda tratar y controlar.

En segundo lugar, quiero acabar con la idea de que contraer el VIH es una sentencia de muerte. Esto ya no es así.Sudáfrica tiene uno de los mejores programas de tratamiento contra el VIH en el mundo.Recuerdo cuando un allegado mío contrajo el virus y el doctor le dijo: «Tiene suerte de haber contraído el VIH en Sudáfrica. No hay mejor país que este si vives con el VIH. En otros países, la gente todavía tiene enormes dificultades para recibir tratamiento contra el VIH mientras que aquí lo tenemos accesible. Solo hay que aferrarse a él».

En tercer lugar, la gente debe saber que contraer el VIH no es sinónimo a una muerte inmediata y sin remedio. Actualmente, el estigma social entorno a las pruebas del VIH ha generado este falso concepto. Esta es una de las razones por las que he nombrado la campaña Colour my HIV. Tenemos que dominarlo. Tenemos que celebrar el largo camino que hemos recorrido en la lucha contra el VIH en nuestro país. Dejemos de discriminar y crear estigma social y vayamos a a realizarnos la prueba del VIH.

 

Pregunta: ¿Por qué se ha centrado en los jóvenes? 

En un principio pensamos en chicas adolescentes y mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años, ya que, en Sudáfrica, son el grupo que más probabilidades de contagio tienen.  Cada hora hay nueve niñas que contraen el virus en Sudáfrica.  A lo que yo me pregunto: ¿Cómo y por qué ocurre esto? ¿Dónde están? ¿Qué circunstancias las condujeron al momento en el que contrajeron el VIH? ¿Pasan hambre? Es un grupo que se puede influenciar fácilmente  porque están en edad de crecimiento y las ideas que se les inculcan juegan un papel esencial. Por eso, Colour my HIV pretende ser esa voz en sus cabezas que les enseña y las educa acerca de los motivos por los que deberían realizarse pruebas, y previene que contraigan el VIH.  

No obstante, es complicado llegar a las niñas que viven en los márgenes de la sociedad.  No podemos dirigirnos solo a las niñas, tenemos que hacer partícipes a los niños también.  Los hombres y los niños apenas van a clínicas, se hacen pruebas o toman medicación.  Tienen que sentirse incluidos en este movimiento, por eso, Colour my HIV concentra sus esfuerzos en todos los jóvenes.

 

Pregunta: Dentro de cinco años ¿dónde cree que estará Colour my HIV?

A corto plazo, queremos empezar a recorrer Sudáfrica desde abril hasta el próximo Día Mundial del Sida, visitando comunidades y fomentando la conciencia sobre el VIH, así de simple.  El VIH no está presente solo el Día Mundial del Sida, por lo que estamos intentando que las comunidades aprendan a aceptar el VIH y vivir en armonía.

Necesitamos acabar de verdad con el Sida para 2030. Nos quedan 11 años todavía. Y se preguntará: ¿qué estamos haciendo ahora mismo? Este año, con suerte, Colour my HIV dará el salto a nivel nacional.  En los próximos tres años, quiero que la campaña vaya desde Ciudad del Cabo al Cairo.  Se habla de acabar con el Sida para 2030. Mi intención es que Colour my HIV forme parte de esa historia. 

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Los jóvenes hacen campaña contra el estigma social y la discriminación en Egipto

27 Febrero 2019

Antes del Día de la Cero Discriminación, los jóvenes se han unido en El Cairo, Egipto, para aprender a responder ante el estigma social y a la discriminación relacionada con el VIH, así como para informarse sobre el efecto de la epidemia del VIH en Egipto y el papel que los jóvenespueden desempeñar en la respuesta al sida.

«La carga de la epidemia es mayor en los jóvenes. En Egipto, el liderazgo en la respuesta al VIH tiene que recaer en los jóvenes», afirma Walid Kamal, Director Nacional del Programa contra el VIH de Egipto.

Durante un debate sobre el estigma social y la discriminación, las personas que viven con el VIH compartieron algunas de sus experiencias y testimonios, así ayudaron a los participantes a entender mejor cómo el estigma y la discriminación afectan a estas personas.

«Es nuestra responsabilidad hacer que las personas que viven con el VIH se sientan parte de la comunidad», comentó uno de los jóvenes participantes.

«No solo es el VIH, también se trata de justicia social, igualdad, del empoderamiento de las mujeres y de promover normativas de género positivas», afirmó Ahmed Khamis, Director General de ONUSIDA en Egipto.

Los participantes también aprendieron a planear, diseñar e implementar una sensibilización en línea y una campaña de concienciación en las redes sociales.

Al final de la reunión, organizada por ONUSIDA y el Programa Nacional contra el VIH el 21 de febrero, los jóvenes accedieron a liderar campañas en las redes sociales para poner el foco sobre el daño causado por el estigma social y la discriminación. Las campañas comenzarán el 1 de Marzo, Día de la Cero Discriminación,y durarán tres semanas. Además, cuentan con el apoyo de la oficina nacional de ONUSIDA en Egipto y serán respaldadas por el Ministerio de Salud y Población de Egipto.

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Cómo se desafían las leyes discriminatorias caribeñas en los tribunales

01 Marzo 2019

La noche del 6 de febrero de 2009 en Georgetown (Guyana), la policía acorraló a siete mujeres transgénero, a las que tuvo detenidas durante un fin de semana. El lunes siguiente, en el Tribunal de Georgetown, descubrieron que habían sido acusadas de travestismo y, finalmente, se declararon culpables y fueron condenadas a pagar una multa. Incluso el Magistrado llegó a amonestarlas añadiendo que estaban «confundidas con su sexualidad».

Con el respaldo del Rights Advocacy Project (Proyecto para la Defensa de los Derechos), U-RAP, de la Facultad de Derecho de la Universidad de las Indias Occidentales, este grupo fue en contra de la ley decimonónica de Guyana que prohíbe a los hombres vestirse como mujeres, y viceversa, «con propósitos inapropiados». El 13 de noviembre de 2018, la Corte Caribeña de Justicia (CCJ), tribunal de última instancia de Guyana, dictaminó por unanimidad que la ley es inconstitucional y que, en consecuencia, queda derogada.

«No se debería pisotear la dignidad de nadie, ni negarle los derechos humanos por una simple diferencia», dijo el Presidente del Tribunal Supremo, Adrian Saunders.

Para la profesora de Derecho y co-coordinadora del proyecto U-RAP, Tracy Robinson, esto supuso un paso adelante en la lucha contra las diferencias de poder y de oportunidades de vida que sufren muchas personas del Caribe. 

«La ley no es igual para todos: aquellos que cuentan con recursos mínimos y los que se encuentran marginados son los que más peligro corren. Las mujeres trans no son las únicas que ven sus vidas afectadas por la acción e inacción estatal, ya que hay muchos otros casos en los que olvidamos y excluimos a personas que también forman parte de la sociedad», dijo Tracy Robinson.

El VIH supone una manifestación de cómo los grupos sociales vulnerables se dejan de lado. En la región, la prevalencia del VIH entre los grupos de población clave es generalmente mucho más alta que entre los adultos que no pertenecen a estos colectivos. Por ejemplo, en las mujeres transgénero de Guyana, uno de los pocos países del Caribe que poseen datos de la población, la prevalencia del VIH es de 8,4 %, en comparación con el 1,7 % en los adultos. Además, las estadísticas en estos países caribeños indican que la prevalencia del VIH entre los hombres que mantienen relaciones homosexuales y otros hombres que tienen relaciones con personas de su mismo sexo oscila entre el 1,3 % y el 32,8 %. La combinación de leyes discriminatorias, estigma social, discriminación y la relativa escasez de servicios cordiales con los miembros de los grupos de población clave obligan a estas personas a esconderse, lo que les impide acceder a los servicios de prevención del VIH y recibir tratamiento cuando han contraído el virus. 

Sin embargo, en algunos países, las asociaciones están trabajando para desafiar la constitucionalidad de las leyes discriminatorias que llevan vigentes desde la época colonial. Mediante un caso que respaldó U-RAP, Caleb Orozco desafió la legislación de Belice que establecía que «las prácticas sexuales contra el orden natural», como la sodomía, suponían un delito penado con hasta diez años de prisión. El 10 de agosto de 2016, Belice se convirtió en el segundo país independiente de la Comunidad del Caribe en despenalizar las relaciones sexuales ente hombres, y el primero en hacerlo por medio de los tribunales.

En Trinidad y Tabago, el Tribunal Supremo falló a favor de Jason Jones el 12 de abril de 2018, llegando a la conclusión de que no se debía penalizar la actividad sexual entre adultos cuando existe consentimiento entre ambas partes. Se citó esta resolución en la decisión histórica tomada por la Corte Suprema de la India en 2018 para despenalizar las relaciones entre hombres homosexuales.

ONUSIDA contribuye a aumentar la participación comunitaria y a que se traten cuestiones importantes, entre las que se incluyen: los foros públicos de apoyo en Belice y en Trinidad y Tabago, así como la sensibilización de los periodistas que informan sobre la comunidad transgénero de Guyana.

Para las partes procesales, estas victorias suponen un paso adelante en el largo camino hacia la igualdad.

«Propicia la comunicación entre las familias y sus familiares homosexuales, bisexuales o transgénero. Anima a estas personas a salir del armario. Obliga a las instituciones a reconsiderar sus prácticas administrativas, así como la discriminación que justificaban basándose en esa legislación. Obliga a las personas homófobas a reconocer que la constitución abarca a todo el mundo», apuntó Caleb Orozco.

El litigante, y cofundador de Guyana Trans United (Personas Trans Unidas de Guyana), Gulliver Quincy McEwan, comentó «era muy importante para nosotros hacernos oír y que se hiciera justicia».

Press Statement

El Día Internacional de la Mujer, ONUSIDA exige más medidas para proteger a las adolescentes y jóvenes

Cada día, 460 niñas adolescentes contraen la infección por el VIH y cada semana 350 niñas adolescentes mueren a causa de enfermedades relacionadas con el sida

GINEBRA, 8 de marzo de 2019 — En el Día Internacional de la Mujer, ONUSIDA insta a los países a redoblar sus esfuerzos y proteger a las jóvenes y adolescentes frente al VIH.

Las enfermedades relacionadas con el sida siguen siendo la principal causa de muerte de las mujeres con edades comprendidas entre 15 y 49 años en todo el mundo. En 2017, a escala mundial, el 66% de las nuevas infecciones por el VIH en personas con edades comprendidas entre los 10 y los 19 años se produjeron en mujeres: en el caso de África Oriental y Meridional, las mujeres representaron el 79% de las nuevas infecciones por el VIH en personas de entre 10 y 19 años años de edad.

“Existe un círculo vicioso de desigualdades de género, violencia de género e infección por el VIH en muchas partes del mundo”, dijo Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA. “Debe ponerse fin a la opresión y los desequilibrios de poder, y atajar los comportamientos masculinos discriminatorios para garantizar que las mujeres y las niñas tengan un control total sobre su salud y sus derechos sexuales”.

Se necesita mucho más para que la prevención, el tratamiento y el cuidado del VIH llegue a las personas jóvenes. Se está dejando atrás sobre todo a las niñas jóvenes y adolescentes. La violencia de género, la explotación sexual y el consumo de drogas son algunos de los muchos factores que pueden aumentar la vulnerabilidad de las jóvenes y adolescentes al VIH.

Los esfuerzos para poner fin al sida quedan atenuados cuando no se respetan los derechos humanos de las jóvenes y adolescentes, sobre todo sus derechos en materia de salud sexual y reproductiva.  Por ello, los países deben promulgar leyes y políticas que faciliten el acceso a los servicios, incluida la salud y la protección social, a las jóvenes y adolescentes para ayudarles a reivindicar su derecho a la salud.

La legislación internacional ofrece a las personas, incluidas las niñas jóvenes y adolescentes, el derecho a acceder a los servicios para proteger su salud sexual y reproductiva. No obstante, 45 países del mundo siguen contando con leyes que exigen a las personas menores de 18 años obtener el permiso de sus progenitores para poder someterse a una prueba de VIH.

La protección social, la educación, incluida la educación sexual integral, y los servicios de prevención del VIH que forman parte de los servicios de salud sexual y reproductiva han demostrado mejorar la salud sexual y reproductiva de las mujeres jóvenes y adolescentes, así como contribuir a su empoderamiento. Un estudio sudafricano demostró que la prevalencia del VIH entre las niñas que habían finalizado la enseñanza secundaria era de aproximadamente la mitad que la de las niñas que no lo habían hecho (8,6% frente al 16,9%). Se han obtenido resultados similares en el caso de los niños que tienen acceso a la educación primaria universal en Botswana, Malawi y Uganda.

Inversión en educación. Inversión en VIH y otros servicios de salud. Prevención y protección de las mujeres y niñas frente a la violencia. Erradicación de las prácticas discriminatorias como el matrimonio prematuro, forzado e infantil. Promoción de los derechos de las mujeres. A través de estas medidas, las jóvenes y adolescentes lograrán protegerse del VIH y el mundo podrá avanzar para poner fin al sida para 2030.

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Medios informativos de ONUSIDA
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Press Release

ONUSIDA insta a adoptar medidas para modificar las leyes discriminatorias a fin de restablecer la dignidad y el respeto, y salvar vidas

El Día de la Cero Discriminación, ONUSIDA exhorta a los países a examinar las disposiciones discriminatorias que existen en sus leyes y políticas, así como a realizar cambios positivos para garantizar la igualdad, la inclusión y la protección

GINEBRA, 1 de marzo de 2019.—En 2018, diversos países tomaron decisiones históricas encaminadas a cambiar las leyes y los proyectos de ley discriminatorios. El Tribunal Supremo de la India derogó el artículo 377 del Código Penal, que tipificaba como delito las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo; Filipinas rebajó la edad de consentimiento para someterse a las pruebas voluntarias del VIH sin necesidad de obtener el consentimiento de un progenitor o tutor a 15 años; y Malawi eliminó de un proyecto de ley las disposiciones que criminalizaban la ocultación del estado serológico, la exposición al VIH y la transmisión del virus.

Con motivo del Día de la Cero Discriminación, ONUSIDA recuerda la igualdad de dignidad y valor de todas las personas, tal como se establece en la Declaración Universal de Derechos Humanos, y hace un llamamiento a la acción para cambiar las leyes y prácticas discriminatorias, que constituyen un obstáculo considerable para el acceso a los servicios de salud y a otros servicios.

“Se están produciendo violaciones de los derechos humanos por todo el mundo debido a las leyes y prácticas discriminatorias” afirmó Michel Sidibé, Director Ejecutivo de ONUSIDA. “Las leyes deben proteger, no perjudicar. Todos los países deben examinar detenidamente sus leyes y políticas a fin de garantizar la igualdad y la protección de todas las personas sin excepción”.

La sensibilización, la movilización y la adopción de medidas son fundamentales. El Día de la Cero Discriminación, ONUSIDA propone medidas concretas que las personas, las organizaciones de la sociedad civil, los parlamentarios y las organizaciones donantes pueden adoptar para modificar las leyes discriminatorias. Dichas medidas engloban desde ser un aliado de las personas afectadas por la legislación discriminatoria hasta unirse a una organización no gubernamental, proponer modificaciones a las leyes y exigir exámenes legislativos.

Es posible lograr cambios positivos y existen muchas formas de modificar o abolir una ley, por ejemplo:

  • Reformar o derogar leyes mediante los procesos parlamentarios y los votos de los parlamentarios.
    • Por consiguiente, es primordial fomentar la sensibilización entre los parlamentarios, como se hizo en el examen de las leyes relativas al VIH en Filipinas y los proyectos de ley de Malawi.
  • En muchos países, los tribunales tienen autoridad para derogar las leyes que resultan discriminatorias. Para ello, una persona u organización afectada por dichas leyes puede tomar medidas legales y ganar la causa a fin de lograr el cambio.
    • Un claro ejemplo fue el caso del Tribunal Supremo de la India, que abolió el artículo 377 en 2018.
  • En algunos países, las personas o los políticos pueden proponer reformas legislativas a través de una petición y solicitar un referendo o una votación nacional.
    • Se trata de un método legislativo normalizado en Suiza.

ONUSIDA ha señalado diversas leyes que son discriminatorias, que impiden el acceso a los servicios sociales y de salud, que restringen la libertad de circulación y que violan los derechos humanos.

En 2018:

  • Al menos 20 países imponían algún tipo de restricción para viajar a las personas que viven con el VIH.
  • Aproximadamente 29 países informaron de que las mujeres necesitaban el consentimiento de sus maridos o parejas para acceder a los servicios de salud sexual y reproductiva.
  • Cincuenta y nueve países notificaron que su legislación, sus normativas o sus políticas establecían pruebas obligatorias del VIH para casarse, trabajar u obtener permisos de residencia, o para determinados grupos de personas.
  • Diecisiete países criminalizaban a las personas transgénero.
  • Cuarenta y cinco países contaban con leyes que exigían el consentimiento de los padres a las personas jóvenes y adolescentes menores de 18 años para acceder a los servicios de las pruebas del VIH.
  • Treinta y tres países imponían la pena de muerte para delitos relacionados con las drogas en su legislación.
  • Las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo estaban penalizadas al menos en 67 países y territorios de todo el mundo.

ONUSIDA está trabajando de manera activa con los asociados de las Naciones Unidas, los Gobiernos y las organizaciones de la sociedad civil a fin de cambiar estas leyes, en el marco de la Alianza mundial de acciones tendientes a eliminar todas las formas de estigma y discriminación relacionados con el VIH.

Campaña Día de la Cero Discriminación 2019: Movilízate para cambiar las leyes discriminatorias.

Contacto

ONUSIDA Ginebra
Anne-Claire Guichard
tel. +41 22 791 2321
guicharda@unaids.org
Medios informativos de ONUSIDA
tel. +41 22 791 42 37
communications@unaids.org

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La acción necesaria en la lucha por los derechos humanos

18 Febrero 2019

«La epidemia del VIH afecta a los derechos humanos y hacen que estos pierdan valor, también generan rechazo, desestabilización y, en ocasiones, su abuso y violación». Con estas palabras, Kate Gilmore, la Alta Comisionada Adjunta de las Naciones Unidas por los Derechos Humanos, abrió la conferencia Consultation on Promoting Human Rights in the HIV Response.

Sin embargo, mientras que se firman compromisos, acuerdos y tratados, la acción es necesaria. Esta fue la petición que se realizó desde la conferencia, que tuvo lugar en Ginebra (Suiza) los días 12 y 13 de febrero, con la que se buscaba compartir estrategias regionales y subregionales, así como alcanzar unas prácticas óptimas .

Durante la conferencia, se expuso que el estigma social y la discriminación, el acceso limitado al sistema judicial y a las leyes punitivas y las políticas y prácticas que se llevan a cabo son barreras para la mayor parte de la población que está en una situación social vulnerable y que intenta tener acceso a un sistema de prevención, pruebas, tratamiento y atención del VIH.

Uno de los temas principales que se trató a lo largo del evento fue el de eliminar las leyes penales perjudiciales y, a su vez, trabajar estrechamente con la población. Para ello, se lanzó una petición a las instituciones nacionales y regionales para que escucharan, actuaran, lideraran, reformaran y financiaran estos proyectos.

Mientras que perduren las barreras tradicionales de los derechos humanos, entre las que se encuentran el estigma social, la discriminación y la criminalización, aparecerán nuevos problemas.  De esta forma, se trataron cuestiones tales como que se incluya en la cobertura sanitaria universal a la población que se halla criminalizada a causa del virus  o la financiación de los programas de los derechos humanos y los grupos de población clave como parte de la transición de los países para tener un nivel de ingresos medio. Un gran número de ponentes, como Michaela Clayton, la Directora de Alianza sobre el Sida y los Derechos de África Meridional (the AIDS and Rights Alliance for Southern Africa), aprobaron un método vertical en ambas direcciones en el que se promueven los derechos humanos. Para llevarlo a cabo, confían en la acción conjunta de los líderes políticos y la población. 

«No es una tarea fácil. Solo podremos conseguir nuestros objetivos si trabajamos en equipo: los gobiernos, la población, los mecanismos de rendición de cuentas, las organizaciones que luchan por los derechos humanos y los profesionales médicos» dijo Tim Martineau, el Director Ejecutivo Adjunto interino de ONUSIDA.

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