Stigma and discrimination

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Jamaica y sus esfuerzos por acabar con el estigma y la discriminación relacionados con el VIH
19 Noviembre 2019
19 Noviembre 2019 19 Noviembre 2019Rachel Allen (nombre ficticio), residente en Kingston, Jamaica, estaba empezando a asumir su estado serológico positivo y tratando de seguir adelante con su vida. En su cabeza estaba la idea de estudiar enfermería, pero se sintió horrorizada al enterarse de que, como parte del proceso de entrada, tenía que someterse a una prueba del VIH.
Jane Williams y Paul Brown (nombres ficticios) estaban enamorados y soñaban con formar una familia. Sin embargo, en cuanto los trabajadores sanitarios supieron que la Sra. Williams vivía con el VIH, mostraron su desacuerdo. Una enfermera llegó a decirle que no debería tener hijos debido a su estado serológico. Hasta un médico la llamó «malvada».
En ambos casos se trata de experiencias demasiado comunes entre las personas que viven con el VIH, explica Jumoke Patrick, director ejecutivo de la Red jamaicana de seropositivos. Esta organización nació en 2005 como un mecanismo a través del cual las personas que viven con el VIH pudieran denunciar las violaciones de sus derechos. Actualmente el país cuenta con un sistema jamaicano antidiscriminación (JADS, por sus siglas en inglés) que permite denunciar de manera formal los incidentes y facilita también el resarcimiento judicial por ellos.
Para el Sr. Patrick, se trata de un servicio esencial. En su opinión, el proporcionar un canal para que la gente pueda identificar el estigma y la discriminación supone un primer paso para permitir a las personas que viven con el VIH acceder a los servicios y disfrutar de una vida plena y productiva.
«El hecho de que las personas no estén accediendo a los servicios tiene mucho que ver con el estigma y la discriminación», afirma con rotundidad. «Por eso hemos experimentado ese descenso en el acceso a los servicios. El estigma y la discriminación son la principal causa por la que no estamos donde deberíamos estar con relación a la adherencia de las personas al tratamiento. Necesito tener la certeza de que, cuando te confiese mi estado serológico, no lo utilizarás en mi contra».
La gente que ha sido víctima de prejuicios en los sistemas sanitarios, educativos y laborales puede denunciarlos al responsable de compensación de la JADS. A menudo los clientes son referidos a un mediador de la comunidad en su región sanitaria, a otras organizaciones de la sociedad civil o al servicio para las quejas de clientes de que disponga el ministerio de salud. Los denunciantes han de rellenar un formulario y después son entrevistados por uno de los cuatro responsables de compensación del distrito. Un jurado se encarga de revisar cada caso y hace las recomendaciones precisas con relación a la investigación. La representación y la confidencialidad son la clave. Algunas personas optan por no seguir adelante con su queja, pero quienes sí deciden recorrer el camino pueden contar con la ayuda de un abogado.
«Si quieres enmendar, has de presentar una reclamación, y no tienes que hacerlo solo», apunta Nidine Lawrence, una de las responsables de JADS. «Todo es muy distinto cuando te sientes capacitado. En ese momento eres capaz de volver a sentirte parte de la sociedad y seguir una vida positiva».
La mayoría de los casos tienen que ver con el tratamiento recibido en los entornos de atención sanitaria, la violación de la confidencialidad y los abusos en el lugar de trabajo. La Sra. Lawrence ha llevado el caso de clientes cuyos compañeros de trabajo habían revelado su estado serológico positivo a sus jefes. Otros han visto cómo trabajadores sanitarios de su comunidad habían dado a conocer su estado.
¿Qué le diría a alguien que ha sufrido una injusticia y que, aun así, se muestra reacio a denunciar? «Nuestra organización existe para que las personas que viven con el VIH puedan sentirse con mayor capacidad y poder. Firmamos un acuerdo de confidencialidad. Confía en el sistema», insiste. «Confía, porque sí funciona».
Para la Sra. Allen funcionó. Los responsables de JADS se pusieron en contacto con el ministerio de salud para poner en entredicho la necesidad de someterse a una prueba del VIH para acceder a la escuela de enfermería. Lograron que interviniera el departamento legal del ministerio, el cual envió una carta a la escuela para recordarle que dicha política era ilegal. La junta de la escuela acabó eliminando ese requisito para acceder al centro.
El sistema también funcionó en el caso de la Sra. Williams y el Sr. Brown, quienes recibieron unas disculpas por escrito. Además, y tras su denuncia, se puso en marcha un programa de formación dirigido al personal sanitario para trabajar en lo concerniente a los derechos de salud sexual y reproductiva de las personas que viven con el VIH.
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Gareth Thomas, ex capitán de rugby galés, habla con gran entusiasmo sobre cómo hacer frente al estigma asociado al VIH
11 Noviembre 2019
11 Noviembre 2019 11 Noviembre 2019El as de rugby galés Gareth Thomas ha hablado sobre la urgente necesidad de hacer frente al estigma relacionado con el VIH. En un acto especial de la 17ª Conferencia Europea sobre el sida, celebrada en Basilea, Suiza, del 6 al 9 de noviembre, el Sr. Thomas declaró que desea contribuir en la creación de un entorno sin estigma en el que las personas puedan tomar buenas decisiones basadas en hechos y donde tengan libertad para hablar abiertamente sobre el VIH
Fue la primera vez que el ex capitán de rugby galés habló ante una audiencia sobre su decisión de revelar abiertamente su estado serológico. Habló de la reacción abrumadora y del apoyo del público tras sus declaraciones y la emisión del documental sobre su vida con el VIH que realizó con la BBC. Este incluía imágenes suyas completando el triatlón internacional Iron Man en Gales.
Habló sobre su determinación de demostrar que vivir con el VIH también puede significar una vida larga, sana y en forma; y que gracias a los avances médicos, si se tiene acceso a un tratamiento eficaz, las personas que viven con el VIH no pueden transmitir el virus. Según él, no hay muchas personas que conozcan estos avances.
«Quería desafiar el estigma de frente», dijo el Sr. Thomas. «Quería que la gente viese que era capaz de nadar 4 km en el mar, montar en bicicleta 180 km y correr un maratón con VIH. Si yo puedo hacer eso, cualquiera puede hacer cualquier cosa. Desde ese día, no he recibido nada más que apoyo y amor».
El evento fue moderado por el Director del Equipo de Apoyo Regional de ONUSIDA para Europa oriental y Asia central, Vinay Saldanha, y destacó el poder de las asociaciones para avanzar en el progreso hacia la erradicación del sida. Los participantes incluían un panel de expertos internacionales que trabajan en organizaciones lideradas por la comunidad, financiación, asociaciones internacionales y activistas que viven con el VIH.
El abogado Bruce Richman, fundador y director ejecutivo de la campaña Undetectable = Untransmittable (U = U) [Indetectable = no transmisible] habló sobre la importancia de U = U para superar el estigma experimentado por las personas que viven y que se ven afectadas por el VIH y cómo la campaña se ha convertido en un movimiento público para romper el miedo y los malentendidos sobre el virus.
«U = U libera a las personas que viven con el VIH del miedo a la transmisión», dijo Richman. «Llevamos más de 35 años viviendo y muriendo por el estigma del VIH. U = U construye nuestra asociación para poner fin a ese estigma».
Marion Wadibia, directora de la organización benéfica de salud sexual del Proyecto NAZ en Londres, Reino Unido, habló de cómo las asociaciones pueden ofrecer servicios de salud sexual culturalmente específicos a las personas a las que se les da de lado. «Necesitamos integrar la raza en todo nuestro trabajo», dijo.
A ella se unieron otros panelistas que hablaron sobre la importancia de utilizar enfoques comerciales más audaces para poner fin al sida en todas las comunidades y poblaciones. Rageshri Dhairyawan, de Barts Health NHS Trust, Londres, nombró a Soul Sisters como un ejemplo de una asociación que brinda apoyo a las mujeres que sufren violencia doméstica para servicios de salud sexual y prevención del VIH. «La violencia contra las mujeres y las niñas es una de las principales causas de la transmisión del VIH», dijo Dhairyawan.
El evento, titulado Together We Can, fue organizado por Gilead Sciences. La conferencia reunió a destacados expertos en VIH, científicos, investigadores, activistas y comunidades de personas que viven con el VIH para debatir los últimos avances hacia la erradicación del sida en Europa.
En la conferencia se prestó especial atención a las crecientes epidemias de VIH en Europa oriental y Asia central, se examinó el progreso hacia los objetivos 90-90-90, se examinaron las ciudades y municipios que se han unido a la asociación Fast Track Cities, y se debatieron modelos de atención para las personas que viven con el VIH a medida que envejecen y se esfuerzan por eliminar el estigma y la discriminación relacionados con el VIH.
Las transmisiones por Internet, las presentaciones y los ePosters de la 17ª Conferencia Europea sobre el sida están disponibles en la Biblioteca de Recursos de la European Clinical Society durante un período de tres meses.
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La discriminación relacionada con el VIH sigue siendo muy elevada
12 Noviembre 2019
12 Noviembre 2019 12 Noviembre 2019Al comienzo de la epidemia del VIH, el estigma y la discriminación omnipresentes contra las personas con más riesgo de infectarse por el virus y contra quienes ya vivían con él estuvieron a punto de paralizar la respuesta al sida. La discriminación relacionada con el VIH hace que la gente deje de acceder a los servicios que necesita para estar sana, y ello afecta tanto a los ingresos y al sustento como a muchos otros aspectos de la vida de las personas.
Las actitudes discriminatorias contra las personas que viven con el VIH siguen estando demasiado presentes en muchos países. Según los datos obtenidos tras una encuesta realizada recientemente en 26 países diferentes, el porcentaje de personas de entre 15 y 49 años con actitudes discriminatorias hacia las personas que viven con el VIH va del 16,9 % en Sudáfrica al 80 % en Guinea.

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Dos décadas de compromiso en la respuesta al VIH en Brasil
14 Octubre 2019
14 Octubre 2019 14 Octubre 2019Tras siete años viviendo con el VIH, Jair Brandão estaba esperando una cita médica en una clínica en Recife, en el noreste de Brasil, cuando otro paciente le explicó que podía recibir apoyo psicosocial de una organización no gubernamental cercana. A pesar de que necesitó muchos años para aceptar su estado serológico, tan solo necesitó tres sesiones de asesoramiento para darse cuenta de que estaba destinado a convertirse en un activista del VIH.
«Estaba emocionado y asustado al mismo tiempo porque no entendía mucho sobre los espacios políticos, sobre el sida ni las políticas de sanidad. Tampoco sabía cómo participar en un debate político», recuerda el Sr. Brandão, quien dos décadas después es uno de los activistas del VIH más influyentes de Brasil. «El primer desafío fue aceptarme como una persona que vive con el VIH. Tuve que aprender sobre el virus y cómo cuidarme. Después de eso comencé a educarme sobre temas sociales y políticos».
El Sr. Brandão cree que ser activista es algo innato en él. «Algunas personas nacen con ese don», dice «Ser activista es un no parar y no aceptar injusticias ni las violaciones de derechos. Creo que nací con este don porque siempre me he encargado de dirigir todo tipo de procesos, incluso sin saber que eso era activismo, y siempre me preocupaba por ayudar y empoderar a otros».
Después de participar en tres de las cuatro Reuniones de alto nivel de las Naciones Unidas sobre el sida y en la Reunión de alto nivel sobre la tuberculosis de 2018, el Sr. Brandão sabe lo difícil que es entablar conversación con otros miembros de la sociedad civil y con representantes de otros países. Su lengua materna es el portugués, que no es un idioma oficial de las Naciones Unidas. «Hablar un idioma extranjero es un gran problema para nosotros en Brasil, por lo que, como mínimo, tenemos que saber español. Muy pocos activistas brasileños tienen un nivel de inglés lo suficientemente fluido para poder intervenir en estos espacios».
En julio de 2019, el Sr. Brandão formó parte de los delegados de organizaciones no gubernamentales en el Foro Político de Alto Nivel sobre Desarrollo Sostenible en Nueva York, Estados Unidos de América, representando a RNP+ (Rede Nacional de Pessoas Vivendo com HIV e AIDS) y su propia organización no gubernamental, Gestos: Soropositividade, Comunicação e Gênero.
«Es esencial que la sociedad civil participe de manera efectiva en los procesos nacionales de aplicación y seguimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. No podemos alcanzar los ODS sin su plena participación», dice. «Defender el programa para el VIH también requiere discutir otros temas igualmente importantes y transversales».
A través de su papel como asesor de proyectos en Gestos y como miembro de RNP+, el Sr. Brandão también lidera el proyecto del Índice de Estigma 2.0 en personas que viven con el VIH en Brasil. Junto a sus compañeros en Gestos y otras redes nacionales de personas que viven con el VIH y con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y ONUSIDA, ayudó en la formación de 30 personas en siete ciudades brasileñas para que supiesen hacer entrevistas correctamente. En dos meses, reunieron información sobre el estigma y la discriminación relacionados con el VIH al llevar a cabo alrededor de 1800 entrevistas. Los primeros resultados serán publicados antes de finales de noviembre.
«Este proceso fortaleció a los activistas que realizaron las entrevistas porque pudieron escuchar y experimentar las historias que muchas personas habían vivido y que hasta ahora no pudieron compartir con nadie», recuerda. «Estamos en la cuarta década de la epidemia del VIH y todavía existe una gran estigmatización y discriminación. El Índice de Estigma 2.0 es un instrumento que nos da pruebas de ello en Brasil. Podremos abogar por políticas y servicios de VIH libres de estigma y discriminación».
El Sr. Brandão cree en el poder de la colaboración y la asociación para lograr el progreso social.
«La solidaridad y el espíritu comunitario que ayudaron a crear el movimiento contra el VIH deben volver a poner a nuestros actos y nuestra consciencia en movimiento», dice. «Es fundamental que reflexionemos sobre las estrategias y crear nuevas formas de lograr el cambio. Al igual que empoderar a nuevos activistas, especialmente a los jóvenes. Estos deben ser bienvenidos y estar abiertos a recibir información de activistas con experiencia en la respuesta del VIH. Es hora de unir fuerzas, no de dividirnos».
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Mr. Gay Inglaterra da visibilidad al estigma en lo referente al VIH
06 Septiembre 2019
06 Septiembre 2019 06 Septiembre 2019Cuando Philip Dzwonkiewicz ganó el concurso Mr. Gay Inglaterra 2018, quiso usar su fama para hablar sobre el VIH. Tras muchos años luchando contra su estado serológico positivo, ya no quería seguir escondiéndose.
«Ahora vivo», señaló. «Vivo abiertamente y siento como que me he quitado un enorme peso de encima».
Al año siguiente, cuando participó en Mr. Gay Europa 2018, donde quedó finalista, volvió a utilizar la situación para hacer visible el VIH. «Lo que a mí todavía me sorprende es cómo la gente me dice: “No parece que tengas el VIH”. Eso demuestra los falsos mitos que a día de hoy aún existen», dijo.
Bailarín y actor, este londinense de corazón aceptó sin dudar la oportunidad de ser el protagonista de un documental. El vídeo, titulado Jus+ Like Me, muestra cómo el señor Dzwonkiewicz aceptó su estado serológico y cómo aquello afectó a sus relaciones con sus compañeros y su familia. Desde su lanzamiento, el vídeo ha ganado los Premios del Cine Europeo y el Festival Internacional de Cine Queen Palm de California, y quedó semifinalista en los Premios de Cine Independiente Británico y en el Festival ARFF de Berlín.
«Como sudafricano, era consciente de la realidad del sida. Sin embargo, lo que me sorprendió enormemente fue la gran cantidad de gente que, tras ver la película, alzó la voz para compartir su historia y hablar de su vida con el VIH», confesó Tom Falck, productor ejecutivo de la película. Para él, la historia del señor Dzwonkiewicz tenía un gran potencial, puesto que el ocultar su estado le costó una relación. Aun así, respeta a todos aquellos que optan por no revelar su estado serológico. «Para mí, la historia de Phil inspira, es auténtica. Empatizas con ella, resulta sencillo meterte en la piel del protagonista», apuntó.
La respuesta general ha sido muy positiva, pero los productores se dieron cuenta de que el estigma aún existe. «Los mensajes de odio que encontramos en las redes sociales validaron al 100 % lo que perseguíamos», explicó el señor Falck. «No podemos quedarnos atrás, ser meros espectadores, hemos de plantarle cara a las injusticias y la discriminación».
En la película el señor Dzwonkiewicz insiste en que su deseo es que el documental ayude a alguien «exactamente igual que yo» (just like me). Él, el señor Falck y el director Samuel Douek iniciaron una campaña, #JUSTLIKEME, para mantener el diálogo y concienciar. Esperan que anime a otros a seguir adelante y compartir sus historias.
El señor Dzwonkiewick explicó que llevaba años aconsejando de manera informal a amigos, pero que ahora formaba parte del grupo de apoyo a iguales de Positive East, una organización no gubernamental centrada en ofrecer servicios de apoyo al VIH. «Quiero aportar mi granito de arena y ayudar a la gente de la manera que sea», comentó. Su trabajo apoyando a sus iguales ha abierto los ojos a otras comunidades.
«La población con la que trato es muy diferente a mi círculo social, pero los viajes que las personas describen se asemejan mucho unos a otros», comparte el señor Dzwonkiewcz. Defiende con firmeza el apoyo mutuo entre iguales y recuerda cómo 56 Dean Street, la mayor clínica pública de Londres dedicada a la salud sexual, lo había ayudado a él durante todo el trayecto desde las pruebas hasta el tratamiento y la asimilación del mensaje indetectable = intransmisible. El señor Dzwonkiewick, al igual que el resto de las personas que siguen un tratamiento antirretrovírico diario, no puede transmitir el VIH puesto que el virus es indetectable en su sangre.
«Al estar allí rodeado de consejos, apoyo y asesoramiento, gané una enorme calidad de vida», admitió al referirse a 56 Dean Street.
«El VIH no me define», resaltó. «Soy como cualquier otra persona que trata de vivir su vida al máximo».
Jus+ Like Me
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Alianza mundial de acciones para eliminar todas las formas de estigma y discriminación relacionadas con el VIH
10 de diciembre de 2018
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01 de marzo de 2025
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Peru approves groundbreaking law to extend health coverage for migrants with HIV and TB

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2024 global AIDS report — The Urgency of Now: AIDS at a Crossroads
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19 de julio de 2024


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Trazando el progreso contra la discriminación
12 Julio 2019
12 Julio 2019 12 Julio 2019Las leyes discriminan de muchas maneras, pero la criminalización de las personas es una de las formas de discriminación más devastadoras. A pesar de haberse instado a realizar reformas y adquirir compromisos en el marco de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible con el fin de eliminar las leyes discriminatorias y reducir las desigualdades,
- 69 países siguen criminalizando las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo.
- Más de 100 países criminalizan el consumo o la posesión de drogas para consumo propio y otros 98 criminalizan algunos tipos de trabajos sexuales.
- Una de cada cinco personas encarceladas están en prisión por delitos relacionados con las drogas y de estas un 80 % eran consumidoras o estaban en posesión de sustancias para consumo propio.
- 19 países deportan a los extranjeros cuando estos tienen un estado serológico positivo.
En Nueva York, en los Estados Unidos de América, se está celebrando un foro político de alto nivel del 9 al 18 de julio cuyo objetivo es revisar el progreso realizado por los Estados miembros en lo referente a los compromisos que adquirieron para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluyéndose aquí los relacionados con la desigualdad y la paz, la justicia y las instituciones poderosas.
«Como juez, he podido ver en primera persona el efecto que la legislación penal puede tener en las comunidades. Aparta a las personas de los sistemas de protección, ilegitima sus acciones o su identidad, incrementa el estigma y las excluye de toda protección que puedan brindar nuestros sistemas judicial, social y económico», señala Edwin Cameron, de la Corte Constitucional de Sudáfrica.
La criminalización afecta el acceso a los servicios sanitarios, a la vivienda, la educación, la protección social y el empleo. La criminalización de las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, del trabajo sexual y del consumo de drogas impide a la población acceder a los servicios de atención sanitaria como son la prevención, las pruebas y el tratamiento del VIH. Los datos nos muestran que los gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres se exponen al contagio del VIH 28 veces más que la población general. Las personas que consumen drogas presentan un riesgo de contagio 22 veces superior y, por su parte, el riesgo que corren los trabajadores sexuales y los transgénero es también 13 veces mayor.
«Para implementar por completo la agenda para los Objetivos de Desarrollo Sostenible y asegurarnos de que nadie quede atrás, tenemos que garantizar leyes que protejan a las personas frente a la discriminación y que no las empujen a esconderse de la sociedad», opinó Lloyd Russell Moyle, miembro del Parlamento del Reino Unido.
Los grupos que representan a las personas criminalizadas a menudo tienen prohibido registrarse como organizaciones no gubernamentales y, por ejemplo, los trabajadores sexuales normalmente no pueden sindicalizarse. Las leyes contra la propaganda hacen que la información sobre la prevención del VIH no pueda darse a conocer y expandirse entre la sociedad.
«Poner fin al sida y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en materia sanitaria no será posible si no plantamos cara a la discriminación, la violencia y la exclusión. Tenemos la oportunidad de aprovechar las lecciones que nos ofrece el movimiento contra el sida y situar los derechos y la participación significativa de los más marginados en el centro de la respuesta», señaló Luisa Cabal, asesora de derechos humanos y género de ONUSIDA.
Los grupos criminalizados suelen experimentar mayores tasas de violencia que la población general. Las víctimas de la violencia, quienes también son criminalizadas, normalmente no pueden denunciar a la policía la violencia de la que son víctimas, y los abogados se arriesgan a sufrir violencia u otro tipo de repercusiones si aceptan llevar estos casos.
«La discriminación contra las personas que viven con el VIH, y la criminalización de estas, continúan siendo una realidad a día de hoy. En Indonesia padecemos a diario el estigma constante contra los grupos de población clave y también su criminalización. No lograremos nunca acabar con el sida si no hacemos que sus necesidades y sus derechos constituyan una prioridad máxima para el acceso a la atención sanitaria, la protección contra la violencia y el reconocimiento de su derecho a la salud», confesó Baby Rivona, de la Red de mujeres positivas en Indonesia.
Los países que descriminalizan el consumo de drogas y que hacen que los servicios para la reducción del daño estén disponibles han visto una disminución en el número de nuevas infecciones por el VIH. Según lo visto, descriminalizar el trabajo sexual en diez años podría evitar entre el 33 % y el 46 % de las nuevas infecciones por VIH entre trabajadores sexuales y clientes. A pesar de ello, el resultado no es solo reducir las nuevas infecciones por el VIH. Incluye también mejoras en el bienestar y un aumento de la confianza en el cumplimiento de las leyes, disminución de la violencia y un mayor acceso a los servicios de atención sanitaria y apoyo. Sin embargo, y por encima de todo, la descriminalización de las personas hace que dejen de ser vistas como criminales y que no estén estigmatizadas por la sociedad.




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El camino hacia la igualdad para las personas LGBTI de la India
24 Mayo 2019
24 Mayo 2019 24 Mayo 2019“Esto no es más que el principio. Hemos recorrido un largo camino, pero aún queda mucho por hacer”, ese ha sido el mensaje que ha lanzado Ajit Prakash Shah, que fue quien, en 2009, comunicó el fallo del Tribunal Superior de Delhi que abría la vía para que finalmente, en 2018, se anulase la Sección 377 del Código Penal de la India, que penalizaba las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo.
Las declaraciones del expresidente del Tribunal Supremo de Delhi se produjeron en una reunión que ONUSIDA y sus colaboradores organizaron en Nueva Delhi (India) los días 15 y 16 de mayo para tratar los derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI) de la India.
“Nuestro objetivo es movilizar y organizar a la comunidad, de modo que ellos mismos puedan ayudarse unos a otros”, explicaba Bilali Camara, directora nacional para ONUSIDA en la India.
Los ponentes señalaron que pese a las últimas sentencias, incluyendo la anulación de la Sección 377 y la decisión sobre el Tribunal Supremo de la India de 2014 sobre los derechos de las personas transgénero, no había habido cambios drásticos en la situación de las personas LGTBI de la India. No obstante, también apuntaron que hay una sensación creciente de que entre el público general cada vez existe una mayor comprensión de los problemas de las personas transgénero.
“La razón del pico en los delitos contra las personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales se debe en parte a que ahora se están denunciando muchos casos, mientras que antes no se denunciaban. La Organización Nacional de Control del Sida ha estado trabajando con comunidades que en otros momentos de nuestra historia estaban fuera de la ley. Se han construido modelos que funcionan, y que se están reproduciendo por toda India”, exponía Shree Alok Saxena, secretario adjunto de la Organización Nacional de Control del Sida.
Marietou Satin, directora adjunta de USAID de la India, mencionaba, “Excluir a cualquier sector de la sociedad no solo es inmoral, sino que además afecta al país como conjunto. Se le niega a una gran parte de la comunidad la posibilidad de ser miembros productivos de la sociedad. Incluyéndolos, también invertimos en la economía. Tienen derecho a contribuir y, para ello, tienen que poder acceder a los trabajos, así como gozar de seguridad en los entornos laborales”.
En la reunión también se estableció un grupo de trabajo LGBTI que brindará asesoramiento estratégico a ONUSIDA y al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en la India en los problemas actuales y futuros a los que el colectivo se enfrenta en este país y en las políticas, programas y servicios destinados a abordarlos.
Los participantes hicieron notar la necesidad de poner fin a la discriminación, de sensibilizar a los líderes políticos y a los responsables de las políticas, y de garantizar que la comunidad LGBTI tenga acceso a todos los servicios, entre los que se incluyen la salud, la educación y el empleo.
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“Sé parte del cambio”: hacer oír la voz de los trabajadores sexuales masculinos de Malaui
27 Mayo 2019
27 Mayo 2019 27 Mayo 2019“Si quiero que haya cambios, tengo que formar parte del cambio”, se pronunciaba Aniz Mitha, director ejecutivo de Community Health Rights Advocacy (CHeRA), una organización que trabaja con trabajadores sexuales masculinos en Malaui. Cuando el Sr. Mitha habla de cambios, lo hace con la autoridad sosegada e inquebrantable de quien sabe muy bien de lo que está hablando.
Procede de una familia musulmana conservadora de Malaui, y aún era muy joven cuando sus padres descubrieron que era gay y le echaron de casa. Sin ningún sitio al que poder acudir ni medios para mantenerse, huyó a Johannesburgo, en Sudáfrica, donde pasó varios años como trabajador sexual. “Para mí solo se trataba de sobrevivir, no estaba pensando en mi salud”, afirma.
Cuando enfermó, se realizó una prueba del VIH, que le reveló que vivía con el VIH. Al ser un inmigrante ilegal, no podía acceder a los servicios de atención sanitaria de Sudáfrica. Regresó a Malaui, donde inició el tratamiento del VIH y puso en marcha CHeRA. “Pensé, ‘¿Cómo puedo contribuir a que otros no pasen por la misma experiencia que yo?’”, explica.
CHeRA conciencia y desarrolla la capacidad de los trabajadores sexuales masculinos en relación con la prevención y el tratamiento del VIH, la salud y los derechos sexuales y reproductivos, el empoderamiento económico, el apoyo psicosocial y el acceso a la justicia. Gracias a un acuerdo de financiación con ONUSIDA, recientemente ha llegado a más de 250 trabajadores sexuales masculinos de tres distritos prioritarios de Malaui, ha distribuido más de 30 000 preservativos y lubricante y ha facilitado que seis trabajadores sexuales masculinos que viven con el VIH accedan a la asistencia y el tratamiento. En otro programa financiado por el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, la organización formó a 50 educadores inter pares, distribuyó más de 6000 preservativos y lubricante apto para los mismos.
El Sr. Mitha es muy consciente de los numerosos desafíos a los que se enfrentan los trabajadores sexuales masculinos, ya que él mismo ha tenido que afrontarlos. “En Malaui, el trabajo sexual no se considera un trabajo, por lo que no hay leyes que protejan a los trabajadores sexuales. Además, la mayoría de los trabajadores sexuales son hombres gais u hombres que tienen relaciones sexuales con hombres que viven con miedo de que les arresten, ya que en este país la homosexualidad es ilegal”, indicaba.
“El estigma y la discriminación son institucionales”, añadía. “Los trabajadores sexuales masculinos no se consideran una población clave de la respuesta al VIH de Malaui, así que no estamos entre las prioridades de los planes gubernamentales. Por si fuera poco, las actitudes negativas de los profesionales sanitarios obstaculizan la asistencia”.
“Si, por ejemplo, abusan de mí o me golpean y voy a una comisaría”, agrega el Sr. Mitha, “se me harán preguntas como ‘¿Por qué va vestido de esta forma?’ o ‘¿Por qué habla de esa manera?’. Hay un abuso institucionalizado. Nos marginan de tal forma que, incluso en lo tocante a la atención sanitaria, tenemos que ir a hospitales privados, donde tenemos que pagar un dinero que puede que ni siquiera tengamos”.
A día de hoy, CHeRA está registrada como una organización no gubernamental. Aunque comenzó su andadura en 2016, hasta 2017 no contó con reconocimiento oficial, y esto sucedió después de que ONUSIDA desempeñara un papel fundamental en la modificación de las disposiciones de la Ley de Gestión y Control del VIH y el Sida de 2018 de Malaui que criminalizaban o discriminaban a determinados colectivos, como los trabajadores sexuales. Esto sentó las bases para que otras organizaciones de personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales y de trabajadores sexuales también se registraran.
Como les sucede a muchas otras personas que ayudan a los demás, su trabajo se extiende a su vida privada. Sabiendo como sabe lo que se siente al ser repudiado por la familia, el Sr. Mitha acoge a personas que no tienen dónde ir y que pueden quedarse tanto tiempo como necesiten para valerse por sí mismas.
A través de su trabajo y de su vida, ha construido un sólido concepto de sí mismo, de la familia y de la comunidad. “Vivo mi condición de persona que vive con el VIH y de gay de forma pública y, para muchos, soy un ejemplo a seguir. Así ven que puede hacerse. Ahora puedo ver que muchos otros como yo se abren y viven sin ocultar su homosexualidad ni su estado serológico”, afirma.
Al Sr. Mitha le gustaría que CHeRA se convirtiera en una organización que defienda con firmeza el acceso equitativo a la atención sanitaria para los trabajadores sexuales masculinos.
“Necesitamos más apoyo financiero para ampliar el trabajo que hacemos”, explicaba. “Facilitamos el acceso a la información y los servicios de prevención del VIH a una población a la que se margina. Es algo que marca un antes y un después. Trabajar en una organización comunitaria implica que lo que afecta a la comunidad también me afecta a mí”, apuntaba.
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Press Statement
ONUSIDA hace un llamamiento a los países para que eliminen las leyes discriminatorias y promulguen otras que protejan a las personas de la discriminación
16 Mayo 2019 16 Mayo 2019Las leyes discriminatorias marginan a las poblaciones clave y las impiden acceder a servicios sanitarios y sociales fundamentales
GINEBRA, 16 mayo de 2019—En la víspera del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia (IDAHOT, por sus siglas en inglés), ONUSIDA insta a todos los países a eliminar las leyes que discriminan a las personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI).
El estigma hacia las poblaciones clave (hombres gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, trabajadores sexuales, personas transgénero, personas que se inyectan drogas y personas en prisión o bajo reclusión de otra clase) se alimenta a través de las leyes penales. Esto, a su vez, incita la violencia, la explotación y un clima de miedo que dificulta los esfuerzos que se llevan a cabo para poner los servicios para el VIH a disposición de aquellas personas que los necesitan.
“Todos tenemos la obligación moral y legal de acabar con las leyes discriminatorias y promulgar otras que protejan a las personas de la discriminación”, afirmaba Gunilla Carlsson, directora ejecutiva provisional de ONUSIDA. “Si queremos poner fin a la epidemia de sida, tenemos que proteger y proporcionar justicia e igualdad a todos”.
Las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo están castigadas en más de 65 países, de entre los cuales al menos ocho aún mantienen la pena de muerte. A nivel mundial, los hombres gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres tienen aproximadamente 28 veces más posibilidades de contraer el VIH que la población general, mientras que es mucho menos probable que accedan a los servicios para el VIH. En 2017, el 18% de las nuevas infecciones por el VIH de todo el mundo se produjo entre los hombres gais y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.
“Es de vital importancia que construyamos un mundo en el que las personas puedan acceder a los servicios sanitarios y sociales que necesiten sin la amenaza de sufrir violencia y discriminación. La cobertura sanitaria universal conlleva que se llegue a todas las personas; las minorías sexuales y de género tienen el mismo derecho a la salud que los demás”, explicaba Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud.
En muchas ocasiones, las personas transgénero, que se estima que representan el 0,1-1,1% de la población mundial, sufren el estigma, la discriminación y el rechazo social en sus propios hogares y comunidades. Esa discriminación, violencia y criminalización provoca que las personas transgénero no accedan a los servicios para el VIH que necesitan para preservar su salud. De acuerdo a los cálculos, las mujeres transgénero tienen 13 veces más probabilidades de contraer el VIH que el resto de adultos en edad reproductiva y el 16,5% de las mujeres transgénero son seropositivas.
“Para progresar en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es crucial que todos dispongamos de justicia y protección. Aprobar y hacer cumplir leyes y políticas que no discriminen, abolir las leyes punitivas y garantizar el acceso de todos a la justicia es fundamental para cumplir el compromiso de que nadie quede excluido”, apuntaba Achim Steiner, administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
ONUSIDA se une al secretario general de las Naciones Unidas y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en su llamamiento por la despenalización de las personas LGBTI, su protección contra la violencia y la discriminación y su pleno acceso a los servicios sanitarios y de otro tipo.
El Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia es una celebración mundial de la diversidad sexual y de género que se conmemora todos los años el 17 de mayo.