Comunicado de prensa

ONUSIDA exhorta a los países a mantenerse enfocados en la prevención del VIH durante la pandemia de COVID-19

Sistemas de salud sobrecargados, cuarentenas, pérdida de medios de vida y menos oportunidades de empleo podrían aumentar las relaciones sexuales sin protección, la violencia y la explotación sexual, el sexo transaccional y el trabajo sexual, lo que conduciría a un aumento de nuevas infecciones del VIH 

GINEBRA, 6 de mayo de 2020—A pesar del progreso logrado en la prevención del VIH, con un descenso de 40% en nuevas infecciones del VIH desde el pico en 1997, los logros obtenidos con gran esfuerzo están en peligro de ser revertidos por la pandemia de COVID-19 que se extiende por todo el mundo.

A la luz de la pandemia de COVID-19, ONUSIDA exhorta a los países a mantenerse firmes en sus esfuerzos para la prevención del VIH y garantizar que las personas continúen accediendo a los servicios que necesitan para mantenerse libres de VIH, de discriminación y de violencia y a ser capaces de disfrutar de su salud y derechos sexuales y reproductivos.

“COVID-19 está impactando a casi todos los países y comunidades, pero la epidemia mundial del VIH no ha desaparecido”, dijo Winnie Byanyima, Directora Ejecutiva de ONUSIDA. “La gente sigue teniendo relaciones sexuales. La gente sigue consumiendo drogas. Durante la pandemia de COVID-19, todos deben recibir las herramientas que necesitan para estar seguros y para protegerse del VIH. Los derechos humanos son la piedra angular de la prevención del VIH y debe ser la piedra angular de la respuesta a COVID-19”.

Tres nuevos documentos en prevención del VIH publicados por ONUSIDA y sus socios en la Coalición Global de Prevención del VIH, analizan cómo mantener y priorizar los servicios de prevención del VIH en el contexto de COVID-19. Estos analizan las medidas críticas necesarias para mantener con vida y saludables a los más vulnerables, incluyendo las medidas requeridas para prevenir y abordar la violencia contra mujeres y niños, mantener el suministro de productos esenciales disponible y sostener los medios de vida de los más pobres del mundo. 

Los documentos explican que la gama de opciones para prevenir el VIH –condones, tanto masculinos como femeninos, lubricantes, agujas y jeringas estériles y terapia de sustitución de opiáceos para personas que se inyectan drogas, profilaxis pre-exposición y profilaxis post exposición y tratamiento como prevención –son tan validos ahora como siempre. Deben encontrarse formas innovadoras para llevar los productos de prevención del VIH a las personas que los necesitan —dispensar cantidades de suministros de prevención para periodos más largos, permitir que los centros de distribución permanezcan abiertos durante los bloqueos y proteger los puntos de distribución comunitarios, son solo algunas posibilidades.

Además de obstruir los servicios de prevención y tratamiento del VIH, a ONUSIDA le preocupa que la epidemia de COVID-19 pueda aumentar la vulnerabilidad de las personas al VIH. La pérdida generalizada de medios de vida y menos oportunidades de empleo pudieran significar un aumento en las relaciones sexuales transaccionales, el trabajo sexual y la explotación sexual, colocando a las personas en un mayor riesgo de contraer el VIH a menos que tengan los medios para protegerse.

Al igual que los productos básicos para la prevención del VIH, la disponibilidad sostenida de servicios y programas de apoyo para la prevención del VIH, la prevención de violencia de género y la promoción de la salud y los derechos sexuales y reproductivos como servicios esenciales, es algo fundamental. Los servicios de asesoramiento y pruebas del VIH, la detección y tratamiento de las infecciones de transmisión sexual, la continuidad de acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, los servicios de pares y otros de alcance comunitario, servicios de apoyo psicosocial, centros de acogida para poblaciones clave y poblaciones vulnerables, la educación sexual integral y la protección contra la violencia sexual, todos son vitales para preservar la respuesta de prevención del VIH. Las cuarentenas obligatorias impuestas durante la respuesta a COVID-19 han resultado en incrementos alarmantes en los informes de violencia doméstica y contra la mujer y de violencia fuera del hogar, lo que requiere un refuerzo urgente de los servicios de prevención, protección y apoyo para la violencia de género y la violencia sexual.

Como el distanciamiento social y las cuarentenas han prácticamente detenido la prestación de servicios cara a cara, ONUSIDA exhorta a introducir medios innovadores a través de los cuales las personas puedan acceder a los servicios. Las reuniones físicas se pueden hacer más seguras usando sistemas de citas que  no permitan que hayan muchas personas en una instalación al mismo tiempo, mientras las reuniones y sesiones educativas virtuales y el uso de líneas telefónicas directas y servicios de SMS todos tienen que jugar un papel para mantener a las personas a salvo del nuevo coronavirus y para permitirles continuar recibiendo la ayuda que necesitan para mantenerse libres del VIH. Hacerse auto-pruebas del VIH es una forma más segura de realizar las pruebas del HIV que reduce el contacto con otras personas y reduce la carga del servicio en las instalaciones sanitarias.

Durante mucho tiempo, las organizaciones y redes comunitarias han sido fundamentales para la respuesta al sida, debido al papel central que desempeñan creando conciencia, brindando información, disipando mitos y contrarrestando la desinformación y prestando servicios a poblaciones marginalizadas y vulnerables.  Ahora más que nunca, los actores comunitarios deben recibir apoyo para innovar, realizar su trabajo y ser reconocidos como prestadores de servicios esenciales para las respuestas tanto al VIH como a COVID-19.

Cuarenta años de respuesta al VIH han aportado valiosas lecciones, en particular que la pandemia del COVID-19 no afectará a todos por igual y que los más marginalizados, incluyendo las poblaciones clave, serán las más afectadas. En los tres documentos nuevos, ONUSIDA exhorta a los países a adoptar un enfoque de derechos humanos para priorizar las necesidades de las poblaciones más marginalizadas durante la COVID-19, incluyendo el mantenimiento de servicios críticos de prevención del VIH. 

ONUSIDA

El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) lidera e inspira al mundo para hacer realidad su meta global de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida. ONUSIDA aúna los esfuerzos de 11 organizaciones de las Naciones Unidas (ACNUR, UNICEF, PMA, PNUD, UNFPA, UNODC, ONU Mujeres, OIT, UNESCO, OMS y Banco Mundial) y trabaja en estrecha colaboración con asociados mundiales y nacionales para poner fin a la epidemia de sida para el 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Obtenga más información en unaids.org y conecte con nosotros a través de Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

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