Comunicado de prensa
El Secretario General de las Naciones Unidas emite un conjunto de recomendaciones para impulsar la respuesta al sida, a fin de lograr la consecución de los objetivos para 2015
30 abril 201230 abril 2012En su informe para la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Secretario General de las N
En su informe para la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-moon insta a las partes interesadas a duplicar los esfuerzos realizados para alcanzar la consecución de los objetivos señalados en la Declaración política sobre el sida 2011
GINEBRA, 30 de abril de 2012—El Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki‑moon ha emitido su primer informe sobre el VIH para la Asamblea General de las Naciones Unidas desde la Reunión de alto nivel sobre el sida de 2011. En el informe, el Secretario General hace hincapié en la necesidad urgente de conseguir resultados inmediatos y tangibles; asimismo, pide que la respuesta al sida sea más inteligente, más estratégica y más eficaz, y que se base en los derechos humanos.
"Pido a la comunidad internacional que tome medidas para cumplir los compromisos que ha contraído. Es necesario dejar de ver la ayuda como un acto de caridad, y entender que, en realidad, se trata de nuestra responsabilidad, así como de una inversión inteligente que ofrece beneficios para todos. Juntos, debemos promover una respuesta a la epidemia del VIH más sostenible, por el bien de nuestro futuro común".
A lo largo de la última década, se han conseguido mejoras considerables y se han logrado avances científicos de carácter pionero que han impulsado a los líderes a hablar sobre el final del sida. El informe Unidos contra el SIDA: hacia la consecución de las metas establecidas en la Declaración política de 2011 indica que se han evitado aproximadamente 2,5 millones de muertes desde 1995 gracias a la mejora del acceso a la terapia antirretrovírica; asimismo, se señala que se han logrado evitar 350.000 nuevos casos de infección por el VIH en niños. En el informe también se subrayan las mejoras conseguidas en la prevención del VIH, pues se registraron los niveles más bajos de nuevas infecciones con respecto a los máximos índices alcanzados a mediados del año 2000.
No obstante, el informe indica, asimismo, que todavía existen deficiencias considerables en lo que respecta al acceso a los servicios relacionados con el VIH, especialmente para aquellas personas más expuestas al virus. Las leyes punitivas, la desigualdad de género, la violencia contra las mujeres y el no cumplimiento de otros derechos humanos son factores que continúan minando las repuestas al sida nacionales, y la disminución de los fondos destinados a las mismas puede poner en peligro la capacidad de ampliar el acceso a los servicios relacionados con el VIH, así como de mantener el mismo nivel de progreso a lo largo de los próximos años.
"El cuarto decenio del sida tiene que ser recordado como el decenio en el que se dio comienzo al final del sida", afirmó Michel Sidibé, director ejecutivo del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA). "Podemos hacer que ello se haga realidad, y aprovechar la oportunidad para garantizar un futuro libre de VIH".
En la Reunión de alto nivel sobre el sida 2011, los Estados Miembro aprobaron la Declaración política sobre el sida, en la que se estableció un plan de trabajo rector para materializar la visión de cero nuevas infecciones, cero discriminación, y cero muertes relacionadas con el sida. En la declaración se establece el 2015 como la fecha límite para alcanzar un número de objetivos específico.
A través de la Declaración política, los Estados Miembro de las Naciones Unidas se comprometieron a ofrecer terapia antirretrovírica a 15 millones de personas para 2015, eliminar los nuevos casos de infección por el VIH entre los niños, reducir a la mitad las nuevas infecciones por el VIH en adultos, reducir a la mitad los casos de transmisión del VIH entre los usuarios de drogas inyectables, y reducir también a la mitad el número de muertes por tuberculosis entre las personas que viven con el VIH.
Los diferentes países también se comprometieron a disminuir la brecha existente en materia de recursos, a través de las siguientes medidas: invertir, para el 2015, entre 22.000 y 24.000 millones de USD cada año, cubrir las necesidades de mujeres y niñas, eliminar el estigma y la discriminación, y promover la integración de la respuesta al VIH en los programas generales sobre salud y desarrollo.
En su informe, el Secretario General subraya que, para lograr la consecución de los objetivos establecidos para 2015, será necesario que todas las partes interesadas dupliquen sus esfuerzos; además, señala que, si no se aplican métodos de trabajo más inteligentes y eficaces para la respuesta al sida, no será posible cumplir dichos objetivos.
Asimismo, el Secretario General subraya un conjunto de recomendaciones que deberían ponerse en práctica para alcanzar los objetivos para 2015. Por ejemplo, para cumplir el objetivo de reducir a la mitad los casos de transmisión sexual del VIH, en el informe se indica que el número de nuevas infecciones por el VIH causadas por transmisión sexual tendrá que disminuir en al menos 1 millón para 2015. Para conseguirlo, dentro del marco de los programas de prevención del VIH, es necesario aumentar los esfuerzos para reforzar, consolidar y expandir un cambio de conducta, por medio de la promoción de la igualdad de género y el respeto mutuo; además, es necesario prestar una mayor atención a las áreas donde se dan más casos de nuevas infecciones.
Para reducir a la mitad los casos de transmisión del VIH entre los usuarios de drogas inyectables, la cantidad de nuevas infecciones por el virus debe reducirse en al menos 120.000 casos por año. El Secretario General anima a las partes interesadas a reunir los conocimientos, el valor y el compromiso necesarios para poner en práctica programas de prevención sólidos y basados en pruebas que capaciten a las poblaciones clave, entre las que se incluyen los usuarios de drogas inyectables.
De la misma manera, es necesario que se registren 180.000 muertes menos relacionadas con la tuberculosis entre las personas que viven con el VIH para conseguir una reducción del 50% para 2015. Si se desea lograr este objetivo, entre 2010 y 2015, las tasas de curación de la tuberculosis tendrían que aumentar del 70% al 85%, y las tasas de detección de la tuberculosis entre las personas que viven con el VIH deberían ascender del 40% al 80%. Alcanzar estos objetivos permitiría reducir en un 80% el número de muertes relacionadas con la tuberculosis y salvar un millón de vidas.
En sus recomendaciones, el Secretario General insta a los países a que lleven a cabo una revisión inmediata y completa de los marcos políticos y legales a nivel nacional, a fin de eliminar los obstáculos que se interponen a una respuesta eficaz, basada en los derechos humanos. Asimismo, hace un llamamiento para que se establezcan nuevas asociaciones y nuevos enfoques en la inversión en materia de VIH, a fin de movilizar los recursos necesarios. En 2010, gracias a todas las fuentes, se contó con 15.000 millones de USD para la respuesta al sida. En el informe se subraya que, para alcanzar el objetivo de destinar 22.000-24.000 millones de USD a la respuesta del VIH para 2015, todavía se necesitan 8.000 millones de USD más.
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