Reportaje

Un análisis recomienda la reforma legislativa en las pruebas del VIH para ayudar Angola a reducir las nuevas infecciones entre los jóvenes y asegurar el tratamiento

11 de mayo de 2022

Angola se enfrenta a un enorme desafío a causa de las nuevas infecciones por el VIH en personas jóvenes. En 2020 se detectaron 7000 nuevas infecciones en jóvenes de edades comprendidas entre 15 y 24 años. Una de las barreras para la reducción de las nuevas infecciones por el VIH en jóvenes y la garantía del tratamiento son las restricciones a la hora de hacerse la prueba.

En varios países, los jóvenes menores de 18 años no pueden hacerse la prueba del VIH sin previo consentimiento paterno. Como los jóvenes a menudo temen hablar con sus padres sobre hacerse la prueba, muchos deciden no solicitarla y, como consecuencia, no conocen su estado serológico. Esto les pone en riesgo y afecta negativamente al trabajo del sector sanitario.

Como parte de los intentos por eliminar estas barreras, Angola ha recibido asistencia por parte del TSM, el mecanismo de apoyo técnico fundado por la USAID, administrado por ONUSIDA y dirigido a nivel nacional que proporciona respaldo a los países para superar las barreras políticas en torno al VIH y las dificultades programáticas.

Un análisis llevado a cabo por el TSM evaluó la equiparación de los reglamentos, legislación y políticas sobre la edad de consentimiento para solicitar asesoramiento y hacerse la prueba del VIH en Angola con las normas y estándares de salud pública y derechos humanos. Asimismo, se evaluó hasta qué punto se crean barreras de acceso a los servicios.

El análisis aportó pruebas que fundamentaron la recomendación de que Angola elimine las barreras legales que obstaculizan el acceso a los servicios de diagnóstico del VIH y tuberculosis a los jóvenes, incluidos los de grupos de población clave. Esto les permitiría a los jóvenes a partir de 14 años (y menores de 14 si tienen madurez suficiente) poder buscar y acceder a las pruebas y asesoramiento del VIH sin necesidad de pedir permiso a sus padres. Esto, a su vez, ayudaría a establecer un entorno jurídico propicio para un diagnóstico temprano del virus. Asimismo, el acceso a los servicios e información sobre el VIH reduciría la probabilidad de transmisión del virus y contribuiría a una disminución en las nuevas infecciones y las muertes relacionadas con el sida.

Al facilitar a los jóvenes el acceso a los servicios de pruebas del VIH, Angola también podrá aprovechar los recursos del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria y llegar, así, a los jóvenes de los grupos de población clave (un aspecto prioritario para alcanzar los objetivos del VIH). De igual manera, el aprendizaje estratégico a partir de esta experiencia podría aportar una valiosa perspectiva a mecanismos de apoyo técnico similares en África Meridional y Oriental y otras regiones.

“Asegurar que los jóvenes conozcan su estado serológico es esencial. Las disposiciones que, en la práctica, obstruyen  su acceso a las pruebas del VIH al requerir consentimiento paterno provocan una demora en el conocimiento su estado serológico y les impiden el acceso a servicios del VIH vitales. Las leyes que imponen una edad de consentimiento para las pruebas del VIH deben ser derogadas en pro de la salud de todos. Esto salvará vidas y ayudará a Angola a poner fin a la epidemia de sida”, ha afirmado Michel Kouakou, director nacional de ONUSIDA en Angola.