Reportaje
Un año después de la nueva y audaz estrategia en materia de VIH/sida, los Estados miembros de las Naciones Unidas insisten en que es vital acelerar el progreso
10 de junio de 2022
10 junio 202210 junio 2022Un año después de adoptar una nueva Declaración política sobre el VIH y el sida: Acabar con las d
Un año después de adoptar una nueva Declaración política sobre el VIH y el sida: Acabar con las desigualdades y estar en condiciones de poner fin al sida para 2030, los Estados miembros de las Naciones Unidas han puesto de relieve la necesidad de trabajar juntos para acelerar el progreso en la implementación.
Antes de la reunión, el Secretario General de las Naciones Unidas publicó un informe titulado Abordar las desigualdades para poner fin a la pandemia de sida en el que se refería a la aplicación de la declaración política sobre el VIH/sida. El informe establece cómo las desigualdades y la inversión insuficiente «dejan al mundo peligrosamente mal preparado para hacer frente a las pandemias de hoy y de mañana»
La pandemia de sida es responsable de más de 13 000 muertes cada semana.
Los datos del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA) reflejan que las infecciones por el VIH y las muertes relacionadas con el sida no están disminuyendo lo suficientemente rápido como para conseguir poner fin a la pandemia para 2030, tal y como se prometió.
El informe del Secretario General destaca las soluciones, entre las que se incluyen (a) la prevención del VIH y los facilitadores sociales; (b) las respuestas lideradas por la comunidad; (c) el acceso equitativo a los medicamentos, las vacunas y las tecnologías sanitarias; (d) la financiación sostenible para la respuesta al sida y una prevención, preparación y respuesta más amplias a la pandemia; (e) los sistemas de datos centrados en las personas y (f) el fortalecimiento de las alianzas mundiales.
La declaración del Secretario General de las Naciones Unidas ante la Asamblea General, presentada por el jefe de gabinete, Courtenay Rattray, describió los tres pasos inmediatos para revertir las tendencias actuales y volver al buen camino. «En primer lugar, debemos abordar las desigualdades, la discriminación y la marginación de comunidades enteras, que a menudo se ven exacerbadas por leyes, políticas y prácticas punitivas». Asimismo, hizo un llamamiento a las reformas políticas para reducir los riesgos del VIH en las comunidades marginadas, incluidos los trabajadores sexuales, las personas que se inyectan drogas, los prisioneros, las personas trans y los gais. Llamó la atención sobre cómo el estigma está obstaculizando la salud pública: «El estigma perjudica y hace daño a todos. Por el contrario, la solidaridad social nos protege a todos».
El segundo paso es garantizar el intercambio de tecnologías sanitarias, incluidos los antirretrovirales de acción prolongada, para ponerlas a disposición de las personas en todos los países del mundo.
El tercer paso es aumentar los recursos disponibles para combatir el sida. «Invertir en sida es invertir en seguridad sanitaria mundial. Permite salvar vidas y ahorrar dinero».
En su discurso de apertura, el presidente de la Asamblea General, Abdulla Shahid, señaló que «el acceso igualitario a la atención sanitaria es un derecho humano esencial para garantizar la salud pública, para todos. Nadie estará a salvo hasta que todos estemos a salvo. Esforzarnos por alcanzar los objetivos relacionados con el sida para 2025 nos brinda la oportunidad de trabajar juntos para aumentar las inversiones en los sistemas de salud pública y las respuestas a la pandemia, y de aprovechar las lecciones aprendidas de la crisis del VIH/sida para aplicarlas en nuestra recuperación de la COVID-19, y viceversa».
Más de 35 Estados miembros y observadores participaron activamente en la revisión de la situación del sida, que incluía aportaciones en nombre del grupo de África, la Comunidad del Caribe y el Sistema de Integración Centroamericano y la Unión Europea.
En todas las declaraciones se incidió en la urgencia de intensificar la acción colectiva para situarnos en el camino y alcanzar los objetivos para 2025, y en la importancia de detectar todas las desigualdades para garantizar una respuesta al VIH exitosa.
El presidente de la Asamblea General, el Secretario General, el grupo africano, la UE y varios Estados miembros incidieron una vez más en la relevancia de financiar plenamente la respuesta al VIH y de fortalecer las inversiones en salud mundial.
El Grupo de África, junto con muchos otros, habló sobre cómo abordar el estigma y las leyes discriminatorias que impiden que las personas accedan a la atención sanitaria y a los servicios sociales.
El debate dejó claro que es posible poner fin al sida, pero solo si los países trabajan juntos y son valientes a la hora de abordar las desigualdades. «El mensaje más importante de hoy —señaló el Secretario General en su conclusión— es que, si trabajamos juntos para abordar las desigualdades que perpetúan el VIH/sida, todavía estamos a tiempo de poner fin a esta amenaza para la salud pública para 2030».