Reportaje
Un modelo para atender a los grupos de población clave de Haití
16 de agosto de 2022
16 agosto 202216 agosto 2022Imagine que a usted lo culparan una y otra vez por todas las tragedias que ocurrieran en su país.
Imagine que a usted lo culparan una y otra vez por todas las tragedias que ocurrieran en su país. Terremotos. Huracanes. Inundaciones.
Ahora imagine que, precisamente por eso, lo excluyeran de los esfuerzos para responder a las catástrofes.
Las personas lesbianas, gais, bisexuales y trans (LGBT) en Haití se enfrentan a profundos prejuicios. La discriminación a menudo socava su oportunidad de vivir. Mina sus oportunidades de educación y empleo. Para ellas incluso acceder a la atención sanitaria se vuelve difícil.
Fundada en 1999, la Fundación SEROvie aúna la promoción de la salud para la comunidad LGBT con la defensa de los derechos humanos y la capacitación socioeconómica. Hoy en día, la organización lleva a cabo proyectos en nueve departamentos geográficos.
ONUSIDA brinda su apoyo a SEROvie para asegurarse de que, en la respuesta a los desastres, siempre se tengan en cuenta las necesidades de los grupos de población clave. Esta intervención garantiza que las personas que viven con el VIH continúen recibiendo su tratamiento antirretroviral y tengan acceso a la ayuda a tiempo. Más allá de la fase de emergencia, los beneficiarios obtienen apoyo para reanudar la generación de ingresos y poder reintegrarse en sus hogares. También reciben apoyo psicosocial para hacer frente al dolor y el trauma.
En 2016, SEROvie fundó la clínica J.C Ménard en Port au Prince. Esta clínica atiende a personas LGBT y a otros grupos de población clave, incluidas las trabajadoras sexuales y sus clientes. Aquí SEROvie ha condensado más de dos décadas de experiencia en la prestación de asistencia sanitaria y social en un paquete de servicios completo.
Con la ayuda de varios colaboradores, incluida la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), J.C Ménard ofrece una gama de servicios de libre acceso a usuarios que abordan la violencia de género, el estigma y la discriminación, la planificación familiar y la prevención del VIH, incluida la profilaxis previa a la exposición. También proporciona tratamiento y atención para el VIH, las ITS y la tuberculosis.
En el laboratorio interno, los técnicos gestionan tanto el diagnóstico como la monitorización del tratamiento. Realizan un seguimiento individual de cada caso, desde el positivo en la prueba hasta la supresión vírica. Durante el último año, la clínica realizó pruebas del VIH en las instalaciones para 6000 personas y apoyó la gestión del tratamiento del VIH para más de 1500 clientes. Además de suministrar medicamentos a los pacientes, la clínica se coordina con otras instalaciones de tratamiento para garantizar que las existencias no se agoten y que los fármacos no caduquen.
Los trabajadores sociales realizan evaluaciones individuales para determinar las necesidades de los clientes. Para la psicóloga Darline Armand, sin duda, el momento más importante de su trabajo es la primera interacción tras el diagnóstico.
«Necesitan sentirse seguros», afirma.
Gregory Jacques, supervisor de iguales, explicó que la clínica emplea tanto la educación entre pares como la navegación entre pares como enfoques estratégicos. Los educadores hacen que los clientes se sientan implicados en las relaciones, el riesgo y la seguridad, y les proporcionan información precisa. Los propios navegadores son personas que viven con el VIH y que guían a los demás a través del proceso de tratamiento y atención.
«Lo que marca la diferencia es precisamente que saben que eres como ellos», explica un navegante.
En la sala de la comunidad, los clientes aprenden sobre salud y relaciones mediante divertidas actividades. Aquí es donde también se reúnen para los grupos de apoyo y diálogos.
El equipo de supervisión y evaluación mide el rendimiento del programa al detalle. Hacen un seguimiento de todo, desde el número de personas que viven con el VIH identificadas mediante pruebas de índice hasta el número de sesiones de sensibilización llevadas a cabo con sacerdotes de vudú. En el último año, la clínica envió mensajes de sensibilización en materia de VIH, VGB, estigma y discriminación a más de 15 000 personas. Más de 1500 personas se benefician de los servicios integrales de atención y tratamiento del VIH mientras más de 1500 se mantienen adheridas a la profilaxis previa a la exposición.
Steeve Laguerre, cofundador de SEROvie, reflexiona sobre la trayectoria de la organización con asombro y claridad.
«Los servicios que ofrecemos están totalmente determinados por las necesidades de las personas a las que servimos», afirma. «Buscamos financiación que se adapte a sus demandas. El trabajo siempre está orientado al cliente».
Este enfoque centrado en el cliente es valioso para el Caribe en general. Según la Actualización mundial sobre el sida de 2022 En peligro, el año pasado cuatro de cada cinco nuevas infecciones en la región se vieron vinculadas a los grupos de población clave y a sus parejas sexuales. Al mismo tiempo, la mayor parte de la financiación para las actividades regionales de prevención combinada con los grupos de población clave procede de fuentes internacionales.
«Las estrategias lideradas por la comunidad para la atención al paciente ayudan a reducir el diagnóstico tardío y la pérdida de seguimiento, a la vez que mejoran los resultados del tratamiento», afirmó el Dr. Christian Mouala, director nacional de ONUSIDA para Haití. «Estos enfoques deben contar con los recursos adecuados y estar integrados en la respuesta nacional».