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Carta del Príncipe Harry al Sr. Tedros Adhanom Ghebreyesus y a la Sra. Winnie Byanyima con motivo del Día Mundial del Sida
01 de diciembre de 2021
01 diciembre 202101 diciembre 2021
Por el Príncipe Harry, Duque de Sussex Patrocinador Fundador de Sentebale
En este Día Mundial del Sida reconocemos los 40 años que han determinado la vida de muchas personas. Honramos a aquellas que han perdido la vida y reafirmamos nuestro compromiso con una comunidad científica que ha trabajado sin descanso contra esta enfermedad. Mi madre estaría profundamente agradecida por todo lo que ustedes representan y han logrado. Todos compartimos esa gratitud, así que gracias.
Resulta sorprendente ver ahora que los principales activistas del sida del mundo también lideran el llamamiento a la equidad de la vacuna COVID-19. Vacunar al mundo es una prueba de nuestro carácter moral y estamos experimentando un fracaso estrepitoso en cuanto a la equidad global del tratamiento. Al igual que la crisis del sida, en el último año se ha vuelto a poner de manifiesto que el valor de la vida depende de si se ha nacido y/o se vive en una nación rica o en un país en vías de desarrollo.
Hace tiempo que sabemos (gracias a los expertos médicos) que si no somos capaces de cumplir los objetivos acordados de vacunar al 40 % de la población de cada país para finales de año, y al 70 % para el próximo septiembre, es probable que surjan variantes de COVID-19 mucho más peligrosas. Sin embargo, aquí estamos.
Aunque todavía es demasiado pronto para conocer el riesgo total que supone la variante Ómicron, que sólo conocemos gracias a que los expertos de África Meridional la han identificado, no cabe duda de que su aparición es muy preocupante. Ahora más que nunca, la mayoría del mundo que no tiene voz necesita ser escuchada, y la responsabilidad de acabar con esta pandemia recae en nuestros líderes. Cualquier otra cosa es contraproducente.
Eso significa romper los monopolios farmacéuticos que impiden que las vacunas lleguen a las comunidades del mundo que las necesitan; eso significa que los gobiernos cumplan sus promesas y entreguen las dosis que acordaron; eso significa conseguir acuerdos internacionales sobre pandemias con plazos estrictos y exigir a los demás que los cumplan; eso significa tratar todas las vidas humanas como vidas iguales.
Es hora de aprovechar las lecciones que aprendimos a lo largo de la pandemia de VIH/sida, donde millones de personas murieron innecesariamente debido a las enormes desigualdades en el acceso al tratamiento. ¿Estamos realmente cómodos repitiendo los fracasos del pasado? Todo lo que he aprendido, de los jóvenes de Sentebale, me dice que no. Ven cómo la repetición de estos errores es destructiva y contraproducente; una traición a la próxima generación.
Dediquemos el día de hoy a celebrar y a construir sobre el trabajo de los profesionales, que convirtieron lo que antes era una sentencia de muerte en una enfermedad controlable. Dediquemos el día de mañana a continuar nuestros esfuerzos para salvar vidas y marcar la diferencia.