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No dejar a nadie atrás: poner fin al estigma y la discriminación a través de la justicia social y sociedades inclusivas
09 de junio de 2016
09 junio 201609 junio 2016La epidemia de sida no terminará si no se hacen esfuerzos para poner fin a la discriminación, res
La epidemia de sida no terminará si no se hacen esfuerzos para poner fin a la discriminación, responder a la exclusión y hacer avanzar la justicia social, según la reunión de un grupo de expertos celebrada el 9 de junio durante la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea de las Naciones Unidas para Poner Fin al sida, que tuvo lugar en Nueva York (Estados Unidos de América) del 8 al 10 de junio.
La reunión del grupo, titulada «No dejar a nadie atrás: poner fin al estigma y la discriminación a través de la justicia social y sociedades inclusivas», subrayó que defender los valores de inclusión y justicia social es fundamental para crear sociedades que hagan avanzar la dignidad y compartan el beneficio de la riqueza y la salud para todos. Se hizo un llamamiento a aprovechar la inigualable oportunidad ofrecida por la Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030 y la recién adoptada Declaración Política sobre VIH y Sida para hacer realidad la visión de poner fin al sida como amenaza para la salud pública para 2030, basándose en los principios de igualdad, inclusión y respeto por el estado de derecho.
El grupo destacó los esfuerzos de la sociedad civil por exigir protección contra el estigma y la discriminación y por apelar a la justicia, la dignidad y el acceso a servicios sanitarios para todos. Aun así, los expertos y los ponentes reconocieron que en todo el mundo las mujeres y las niñas, los jóvenes, los migrantes, los profesionales del sexo, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, las personas que se inyectan la droga, las personas transgénero y los reclusos siguen dejándose atrás debido a leyes, políticas y prácticas discriminatorias y punitivas. Los participantes también expresaron su preocupación sobre los entornos jurídicos y políticos restrictivos que dificultan el trabajo de las organizaciones civiles que prestan apoyo a la respuesta al VIH.
El grupo de expertos apeló a pasar de reconocer estos problemas a actuar para solucionarlos. Indicó además que una epidemia como la del sida puede transformarse en un elemento pionero para abordar las desigualdades y vulnerabilidades estructurales siempre que las partes interesadas traduzcan su compromiso de no dejar a nadie atrás en programas concretos y financiación para los derechos humanos.
La sesión del grupo de expertos concluyó con un llamamiento urgente a la acción en los siguientes aspectos: poner fin a la discriminación en la atención sanitaria, la educación y el lugar de trabajo; abordar los regímenes de propiedad intelectual que impiden que millones de personas accedan a los tratamientos que salvan vidas contra el VIH, la hepatitis y otras enfermedades; eliminar las leyes punitivas que bloquean las respuestas eficaces para las personas que viven con el VIH y otras poblaciones clave; invertir en los programas en materia de derechos humanos y en los esfuerzos de la sociedad civil; y establecer metas claras con objetivos e indicadores para acabar con la discriminación, derogando las leyes punitivas y haciendo avanzar la justicia social.
Citas
«El fin del sida no se producirá sin abordar las leyes, las políticas y las prácticas que hacen que las mujeres, los jóvenes, los reclusos, los profesionales del sexo, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y las personas que usan la drogan sean vulnerables al VIH y limitan su acceso a los servicios sanitarios. Ahora es momento de expandir los programas sobre derechos humanos que funcionan y que han demostrado tener éxito en el abordaje de la discriminación en diferentes contextos. De manera más amplia, no se conseguirá ninguno de las metas sanitarias del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 3 sin comprometerse con los ODS 5, 10 y 16 y la visión de eliminar las desigualdades y la creación de sociedades inclusivas».
«La despenalización del consumo de drogas, de las relaciones entre personas del mismo sexo y del trabajo sexual es un asunto urgente. En lugar de penalizar, debemos promover leyes, políticas y prácticas protectoras. Esto pondrá fin a la epidemia de sida de manera mucho más fácil».
«La desigualdad de género sigue siendo la forma más generalizada de desigualdad en todo el mundo. Las mujeres y las niñas se enfrentan a unas formas de discriminación extraordinarias y que, con frecuencia, se entrecruzan. Esto es especialmente cierto en el caso de las mujeres que viven con el VIH, las migrantes y las refugiadas, las adolescentes, las mujeres que usan la droga o que son profesionales de sexo, así como lesbianas, bisexuales y hombres y mujeres transgénero. Por este motivo, el objetivo de nuestro trabajo siempre debe ser llegar hasta la última mujer».