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Desde el comienzo de la epidemia de sida, la sociedad civil se ha situado al frente de la respuesta al VIH demandando el acceso al tratamiento y a los servicios relacionados con el VIH, exigiendo el respeto de los derechos humanos y apoyando los servicios prestados por la comunidad.

Actualmente, el papel de la sociedad civil es más relevante que nunca puesto que el éxito de los esfuerzos comunitarios a la hora de ofrecer servicios relacionados con el VIH, especialmente entre los grupos de población clave, está siendo ampliamente reconocido como una forma fundamental de poner fin a la epidemia de sida.

Los esfuerzos de la comunidad han demostrado ser fundamentales para superar muchos de los principales retos referentes a la respuesta al sida, entre los que se incluye llegar a las personas más afectadas por el VIH y ofrecerles servicios que les cambien la vida, proporcionarles apoyo para la observancia del tratamiento y otros servicios sanitarios esenciales. El compromiso de la sociedad civil también ha sido crucial para abogar por nuevos recursos, mejorar la programación sobre el VIH e impulsar el progreso constante en materia de derechos humanos.

A pesar del gran reconocimiento que recibe el papel tan importante que desempeñan las comunidades a la hora de responder al VIH de forma efectiva, las organizaciones comunitarias afrontan varios problemas financieros y muchas están cerrando sus puertas.

El 40% de las organizaciones aseguró recientemente en una encuesta realizada por ONUSIDA que su financiación había disminuido desde 2013. Dos tercios esperaban que la financiación se paralizase o redujese en el futuro. La disminución de la financiación conlleva una disminución de los servicios comunitarios—un 89% de aquellos que informaron sobre el descenso de la financiación anunciaron también que, debido a esto, se habían visto obligados a reducir sus servicios.

Una mayor inversión en la sociedad civil y en la prestación de servicios comunitarios es fundamental para el enfoque de Acción acelerada. La difusión a los grupos de población clave en los países de ingresos bajos y medios debería aumentar para 2020 hasta suponer un 7,2% de la inversión total y las necesidades de recursos estimadas para el suministro comunitario de terapia antirretrovírica deberían crecer hasta alcanzar aproximadamente un 3.8% de la inversión total.

Para 2020, la inversión en la movilización comunitaria debería incrementarse tres veces hasta alcanzar el 3% del total de recursos en países de ingresos bajos y medios para ayudar a la sociedad civil a representar los intereses de las comunidades afectadas por el VIH y para impulsar la ambición, la financiación y la equidad en la respuesta al sida. Los facilitadores sociales, que incluyen la defensa, la movilización política, la reforma política y legislativa, los derechos humanos, las comunicaciónes públicas y la reducción del estigma, deberían alcanzar en 2020 el 6% del gasto total.

ONUSIDA ha publicado dos nuevos informes en los que destaca la importancia de invertir en la acción comunitaria. Invertir en defensa muestra los detalles de las importantes contribuciones realizadas por promotores comunitarios y subraya la necesidad de incrementar las inversiones para impulsar una respuesta al VIH acelerada y más equitativa. También señala que un informe de la Comisión Lancet de ONUSIDA sobre poner fin a la epidemia de sida definía defensa como "un bien público mundial" merecedor de un apoyo acorde a la importancia que tiene.

Juntos somos más fuertes ofrece detalles de la base empírica para que los servicios prestados por la comunidad obtengan cierto alcance, para prestar servicios de calidad y para obtener resultados. El informe menciona las directrices que proporcionan la Organización Mundial de la Salud y otras organizaciones con el fin de incrementar el compromiso de las comunidades para ofrecer una variedad de servicios relacionados con el sida y otros aspectos de la salud.

Para que los servicios prestados por la comunidad se mantengan, es fundamental que las organizaciones internacionales, las organizaciones asociadas para el desarrollo, los gobiernos, los financiadores privados y otros asociados incrementen la inversión en la defensa de la comunidad con el fin de mantener y aumentar los servicios relacionados con el sida.

El papel fundamental de la respuesta comunitaria será uno de los temas destacados en la Audiencia con la Sociedad Civil que tendrá lugar el 6 de abril en Nueva York. La audiencia forma parte de la antesala a la Reunión de alto nivel sobre el sida que se celebrará del 8 al 10 de junio en la sede de la ONU en Nueva York. En la audiencia, representantes de la sociedad civil de todo el mundo expondrán a los Estados Miembros de la ONU los asuntos más importantes en relación con la respuesta al sida, incluyendo la necesidad de incrementar la financiación, no dejar a nadie atrás, la integración, la innovación y la asociación entre los gobiernos, el sector privado y las comunidades.

* Los nuevos informes se basan en publicaciones recientes, El suministro de las comunidades y Suministro comunitario de TAR que incluyen más detalles sobre el éxito de la respuesta comunitaria.