Reportaje
Las mujeres y el VIH: hagamos que las voces de las mujeres seropositivas y de las mujeres jóvenes cuenten
31 de mayo de 2013
31 mayo 201331 mayo 2013«Mi voz es mi poder y el cambio, mi forma de pasar a la acción». Estas fueron las palabras que pronunció Nargis Shirazi, de 29 años y procedente de Uganda, en el debate sobre el VIH, la salud sexual y reproductiva y los derechos humanos. Recogió lo esencial de los contundentes mensajes que se transmitieron en el 3º Congreso mundial Women Deliver (Las Mujeres Dan Vida) sobre la necesidad de una mayor atención a las voces y los derechos de las mujeres que viven con el VIH y un compromiso mayor por parte de las mujeres jóvenes.
En las asambleas protagonizadas por varios y distinguidos expertos de todo el mundo, los debates celebrados en el Congreso de Kuala Lumpur, Malasia, destacaron que solo será posible conseguir los objetivos de sanidad y desarrollo poniendo más énfasis en la defensa de la salud sexual y reproductiva y de los derechos de las mujeres que viven con el VIH y de las mujeres jóvenes. «Es posible eliminar el VIH si conseguimos que se comprometa una gran diversidad de mujeres», afirmó la primera dama de Sierra Leona, Su Excelencia Sia Nyama Koroma, durante un debate sobre la gran importancia de garantizar los derechos reproductivos y sanitarios de las mujeres para lograr el Plan Mundial para eliminar las nuevas infecciones por el VIH en niños para el 2015 y para mantener con vida a sus madres.
«Las mujeres jóvenes que viven o se ven afectadas por el VIH deben asumir un compromiso activo en la respuesta al VIH», afirmó la embajadora de buena voluntad internacional de ONUSIDA, Su Alteza Real la princesa heredera Mette-Marit de Noruega. «Son quienes están mejor preparadas para guiar y orientar a los organizadores y proveedores de atención sanitaria para que proporcionen servicios que satisfagan sus necesidades».
En todo el mundo hay casi 17 millones de mujeres que viven con el VIH. Las mujeres jóvenes de entre 15 y 24 años son especialmente vulnerables, con unas tasas de infección que duplican las de los hombres jóvenes. Las mujeres que viven con el VIH y las mujeres jóvenes se enfrentan a ciertos retos en el acceso a los servicios relacionados con el VIH. La falta de conocimiento sobre el VIH, o la ausencia de acción por parte de los organismos que conocen la situación (debido a las desigualdades de género y a las normas culturales) impide en muchos casos que las mujeres jóvenes reciban la ayuda y los servicios que necesitan. Incluso cuando logran acceso a los servicios, las mujeres que viven con el VIH se enfrentan con frecuencia a una severa discriminación en lo que respecta a sus derechos y decisiones sobre la salud sexual y reproductiva. Mujeres de todo el mundo que viven con el VIH afirman que se les aconseja no mantener relaciones sexuales y que incluso se les fuerza a abortar y a esterilizarse debido a su estado serológico.
Todas las mujeres tienen el derecho a elegir en lo que respecta a ejercer sus derechos de salud sexual y reproductiva y a protegerse del riesgo de infección del VIH
Jan Beagle, directora ejecutiva adjunta de Gestión y gobernanza de ONUSIDA
«Hay muchas mujeres jóvenes que están sufriendo por no conocer cuáles son sus derechos. Es importante el empoderamiento de las mujeres jóvenes», afirmó Helena Nangombe, miembro de la Red sanitaria de mujeres de Namibia y del Grupo consultivo de la Coalición mundial sobre la mujer y el sida.
«Todas las mujeres tienen el derecho a elegir en lo que respecta a sus derechos de salud sexual y reproductiva y a protegerse del riesgo de infección del VIH», afirmó Jan Beagle, directora ejecutiva adjunta de Gestión y gobernanza de ONUSIDA. «El sida es mucho más que una cuestión de salud, es una cuestión de desarrollo y de derechos, y está claro que la igualdad de género y los derechos humanos no son aspectos negociables para garantizar respuestas sanitarias efectivas contra el VIH, así como justicia social para todos».
Los delegados destacaron que el lenguaje y el acercamiento son esenciales para dirigirse y hacer participar a mujeres que viven con el VIH. Alice Wellbourn, directora fundadora de Salamander Trust y defensora desde hace mucho tiempo de los derechos de las mujeres que viven con el VIH, enfatizó: «¡Tengan cuidado con lo que dicen, por favor! Cuando se habla de las necesidades y los derechos de las mujeres sobre su salud sexual y reproductiva en el contexto del VIH, es necesario evitar el uso de un lenguaje negativo: estigma, temor, muerte, etc.». En una asamblea que trataba cuestiones de los derechos de las mujeres en las iniciativas sanitarias y de desarrollo, la Sra. Wellbourn sugirió que se debería priorizar un lenguaje que destacara «la compasión, el amor, el apoyo, el respeto y la dignidad». «Necesitamos orientar el lenguaje hacia las posibilidades, especialmente en el entorno sanitario», añadió.
En el contexto de los debates de desarrollo post-2015, se subrayó la necesidad de una mayor integración del VIH y de los servicios de derechos y salud sexual y reproductiva como trampolín hacia la mejora de los servicios para mujeres y niñas.
«Es necesario que el VIH sea parte de un amplio programa de derechos y salud sexual y reproductiva, pero debe ser normalizado, personalizado más allá de las cifras y, después, trasladar a los líderes políticos dicha personalización: debe reflejar las verdaderas voces de mujeres y jóvenes», afirmó Dame Carol Kidu, antigua miembro del Parlamento de Papua Nueva Guinea y miembro de la Comisión mundial sobre el VIH y la legislación. «Para abordar este asunto, y para que surta efecto en el estigma y la discriminación relacionadas con el VIH que a menudo afectan a mujeres y niñas, es necesario trabajar con madres y hermanas. Se necesitan conversaciones con la comunidad», añadió.
Las cuestiones sobre el VIH y sobre los derechos y la salud sexual y reproductiva se discutieron en varios debates, incluido el debate de alto nivel «Más que madres: la defensa de la salud sexual y reproductiva y de los derechos de las mujeres en el Plan Mundial»; un debate en el marco de la organización «Every Woman Every Child» (todas las mujeres, todos los niños) sobre las continuas mejoras en la salud de mujeres y niños, coorganizado por el H4+ y el Equipo de Tareas Interinstitucional sobre la Prevención de la Infección por el VIH en Mujeres Embarazadas, Madres e Hijos; y la reunión plenaria «Los retos y beneficios de la colaboración en el ODM5» . El 3º Congreso mundial Women Deliver tuvo lugar en Kuala Lumpur, Malasia, del 28 al 30 de mayo de 2013.